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Oscar de la Renta, el dandy latino que hizo más bella a la mujer

El diseñador, que dio sus primeros pasos en Madrid, falleció a los 82 años víctima del cáncer

Oscar de la Renta, el dandy latino que hizo más bella a la mujer abc

maría luisa funes

Hace solo siete días que Óscar de la Renta había hecho oficial la contratación de Peter Copping, procedente de Nina Ricci, para hacerse cargo de la creación en su propia casa. Es como si una vez elegido su «delfín», el gran maestro se hubiese desinflado, dando por terminada su obra y dejándose ir.

De la Renta, que murió ayer a los 82 años víctima de un cáncer, tuvo una infancia cómoda y feliz en una familia dominicana de origen español. Fue el único niño en una familia de siete. Sus hermanas, su madre, sus amigas, sus mujeres… Siempre estuvo rodeado de féminas, a las que sabía conquistar y convencer. De niño, díscolo y valiente, quiso ser pintor. Convenció a su padre para que le dejase viajar a Madrid e ingresar en la Real Academia de San Fernando. Su capacidad de dibujar modelos le hizo subir los primeros peldaños en el mundo de la moda: Balenciaga le contrató para que pintase vestidos que luego se mandaban por carta a las clientas de diversas ciudades. De allí se marchó a París, donde comenzó colaborando con Antonio del Castillo, por entonces creador de la casa Lanvin.

Años más tarde dio el salto a Nueva York, donde fue recibido por la admirada y temida Diana Vreeland , entonces directora de «Vogue». Óscar venía con una recomendación muy «especial»: la de Françoise de Langlade, editora de «Vogue París», que más tarde se convertiría en su esposa. Ella lo convenció para no aceptar otros puestos y crear su propia marca en 1966.

Exigente, puntilloso, inteligente, rápido, respetuoso y sociable, conquistó con sus colecciones a Jackie Kennedy y eso le abrió las puertas a la Casa Blanca. Desde entonces, ha vestido a casi todas las primeras damas -con la excepción de Michelle Obama-, hartas de contar con Bill Blass y Geoffrey Beene para todas sus fiestas. Su especialidad siempre fueron los trajes de noche , con telas, cortes y caídas inolvidables.

Tras enviudar, Óscar se casó con Annette Reed, con la que ha vivido hasta el último momento. La hija de Annette -Eliza- y su marido, Alexander Bolen, están a cargo de la empresa desde hace años. El mismo Óscar ha reconocido que no hubiera deseado adentrarse en el trabajoso mundo del retail, abriendo tiendas a diestro y siniestro, si no hubiese sido por Bolen, consejero delegado y motor de la marca.

En 2013, De la Renta recibió el «Oscar de la moda», el premio CFDA, otorgado por los diseñadores norteamericanos. La presencia de una agradecida Hillary Clinton, a la que en más de una ocasión ha echado una mano con su falta de estilo, se sumó a la de centenares de personalidades del mundo de la política y la moda. Pero Óscar, el gran modisto, disfrutaba personalmente de la sastrería española. Durante muchos años contó con los López Herbón -actualmente Gonzalo López Larrainzar - para realizar sus trajes, como hicieron desde Franco y el Rey Don Juan Carlos hasta El Cordobés y Emilio Botín.

El vestido de novia de Amal Alamuddin , la mujer de George Clooney, se hará famoso por ser su última obra. El creador llevaba ya un tiempo buscando desesperadamente un sucesor. Para tal cosa puso a prueba a un incontrolable John Galliano: pero no pudo ser. Cuando conoció a Peter Copping, el elegante creador de Ricci, encontró a «su media naranja». De la Renta hizo un esfuerzo por aparecer al final de su maravilloso último desfile en Nueva York, el pasado 9 de septiembre. Ha dejado las riendas de su legado a un equipo de su confianza que a buen seguro bordará la obra del creador. Pero Óscar, digno y elegante hasta el final, será irrepetible.

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