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Todos los hombres de Genoveva: Michavila, el último de la lista de sus amores fallidos

Por muy distintos que parezcan, las conquistas de la mexicana siempre siguen el mismo patrón

A pesar de su atractivo, Genoveva no logra encontrar la estabilidad sentimental y encadena ruptura tras ruptura GTRES
Beatriz Cortázar

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La ruptura sentimental de la mexicana Genoveva Casanova , de 39 años, y el ex ministro José María Michavila, de 56, ha vuelto a poner de manifiesto la mala suerte que la ex condesa de Salvatierra tiene con los hombres. Desde luego, Genoveva no hace gala de su apellido , ya que aunque en su curriculum sentimental la lista va aumentando, los que la conocen saben bien que no se trata de una rompecorazones, sino de una mujer que sigue soñando con encontrar ese príncipe azul que ya no existe ni en las películas de Disney. Pero ¿qué es lo que pasa con Genoveva para que nunca cuajen sus noviazgos? Muchos no entiende cómo esta dulce y atractiva mexicana, que conquistó el corazón del soltero de oro de la casa Alba y hasta viajó con los Vargas Llosa a la entrega del Premio Nobel, siga soltera y sin fortuna en el amor.

La respuesta está, seguramente, en que Genoveva casi siempre repite el mismo patrón de pareja por muy distintos que parezcan a simple vista. ¿Alguien cree que Cayetano Martínez de Irujo tiene algo en común con el cantante Luis Miguel ? ¿O con Michavila? Pues por raro que suene, los que han tratado a ambos saben que son hombres tremendamente seductores , pero también con su genio y una fuerte personalidad que debe ser lo que conquista a la mexicana, dado que repite patron con la salvedad del futuro «hijastro» de Isabel Preysler , Gonzalo Vargas Llosa, cuya ruptura nadie de su entorno sabe muy bien a qué se debió, pues ambos siguen cultivando una estrecha amistad.

Lado solidario

Es precisamente Gonzalo uno de los pilares a los que Genoveva recurre en momentos de convulsión. Fue él quien le puso en contacto con Acnur, quien le enseñó la labor humanitaria que siempre le había interesado y quien le hizo tocar el cielo con la punta de los dedos llevándola a un terreno que ella adora, como es el mundo de la cultura y la solidaridad . Estar con la familia Vargas Llosa para Genoveva fue un aprendizaje intenso y una experiencia que pocos pueden contar. Su baile con Mario Vargas Llosa tras recibir el Premio Nobel salió en toda la prensa y el cariño que tuvo con Patricia Llosa es algo que se mantiene, y de ahí que no haya querido manifestarse sobre el romance de Isabel Preysler y el que podía haber sido su suegro. Genoveva ha callado por respeto a Gonzalo y, sobre todo, a Patricia.

Con un divo de la canción

Pero si Gonzalo fue el hombre que le dio calma y la animó a escribir sus textos en formato de blog, junto a su compatriota Luis Miguel Genoveva vivió la locura de compartir tiempo y espacio con un divo de la canción mexicana, cuya biografía refleja de todo menos estabilidad y prudencia. El cantante es íntimo amigo del matrimonio Ponce y fue precisamente Paloma Cuevas quien los presentó. De esos encuentros en la finca del torero nació un breve pero intenso noviazgo, con vuelos en avión privado por todo el mundo y una ruptura más que cantada, pues ya se sabe que Luis Miguel no es hombre de echar el ancla ni dejar su estilo de vida a un lado.

Demasiadas convulsiones para una mujer que sueña con la paz y la tranquilidad, un espíritu un tanto zen que ha ido cultivando estos años con sus viajes a la India o Bali donde ha estado los últimos días asimilando su final con el ex político y abogado tras más de dos años de noviazgo.

Madre de dos hijos en plena adolescencia, Genoveva ha pasado el último año intentando salvar una relación que hacía aguas y que tenía demasiados frentes abiertos. Para tal fin, o tal vez para cumplir con un sueño, decidió ponerse a estudiar y terminar los estudios universitarios de Filosofía que dejó aparcados tras enamorarse de Cayetano y tener a sus hijos de la misma manera que se puso en contacto con un abogado especializado en nulidades matrimoniales.

El proceso sigue su curso, y eso que Cayetano ha dicho que no moverá ficha ni a favor ni en contra. La realidad es que aunque Michavila ya no sea el hombre con el que esperaba tener un proyecto de vida en común, el deseo de poder vivir un matrimonio «como entiendo que debe ser» es lo que la convenció para dar ese paso que ya veremos si cuenta con el visto bueno de la Iglesia.

Final inesperado

Este curso que empieza Genoveva lo va a comenzar con muchos planes académicos, pero pocos sentimentales . Feliz en la tranquilidad y sin querer vivir historias rocambolescas, es consciente de que tiene que trabajar para sacar a su familia adelante y seguir ayudando a una madre enferma, y que reside en México, que nunca volvió a ser la que era tras sufrir un derrame cerebral. Atenderla y saber que tiene sus necesidades cubiertas es la obsesión de una hija que llegó a España en un intercambio universitario y se enamoró de un aristócrata guapo y deportista sin que el final del cuento fuera el esperado.

Desde entonces, su vida amorosa ha oscilado entre las ilusiones y los desencantos muchas veces convirtiéndose en pasto de criticas que la han querido colocar en un plano donde nunca se sintió cómoda.

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