El presentador de Miss Universo se confunde de ganadora

La colombiana Ariadna Gutiérrez Arévalo no se lo podía creer. Su rostro feliz bajo la corona de Miss Universo le duró apenas un minuto y se tornó en un rictus desolado cuando el presentador del concurso apareció en el escenario para anunciar que se había confundido. Ella no era la ganadora, sino la candidata filipina Pía Alonzo Wurtzbach .

Gutiérrez había sido coronada instantes antes por su compatriota Paulina Vega , con lo que, de haber sido la auténtica ganadora, se habría convertido en la segunda Miss Universo colombiana consecutiva. Pero el jarro de agua helada que recibió la dejó sin su galardón.

«Tengo que pedir perdón», interrumpió la celebración de la aspirante colombiana el conductor de la gala celebrada en Las Vegas, Steve Harvey , para aclarar que, en realidad, Ariadna Gutiérrez quedaba por detrás de la verdadera ganadora del concurso, la filipina Alonzo. El presentador explicó que eso era lo que ponía en la tarjeta y que, por tanto, asumía que el "terrible error" había sido suyo. Luego, abochornado, insistió en pedir disculpas a través de Twitter.

Al principio, la colombiana parecía no saber si se trataba de una broma y llegó a esbozar incluso lo que parecía una sonrisa, hasta que comprendió que aquello iba en serio. La nueva coronada, que ya se había retirado a segundo plano, tampoco se lo creía y miraba desconcertada a la estadounidense Olivia Jordan , la tercera que había quedado en la terna final del concurso.

Sin embargo, a Alonzo finalmente se le iluminó la cara y se acercó al centro del escenario para ser coronada, aunque, ante la desolación de la colombiana, parecía contenerse y evitaba celebrar en exceso su triunfo . Paulina Vega, tomó la corona de la cabeza de una Ariadna Gutiérrez con cara de póker y se la colocó ahora a la filipina.

La nueva Miss Universo, de 26 años y unas medidas de 86-58-89, nació en la ciudad alemana de Stuttgart. Ha ejercido como actriz y modelo y escribe en la sección de estilo de vida en un periodico de Filipinas.

El concurso de este año, que alcanza ya la edición número 64, había estado marcado por la polémica tras la ruptura del acuerdo entre Donald Trump y Univisión para la retransmisión de la gala a causa de los insultos hacia los hispanos por parte del candidato republicano a la Casa Blanca. Pero nadie pensaba que acabaría con el que probablemente sea el mayor escándalo en la historia del certamen de Miss Universo.