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Mari Ángeles Benítez: «Mi corazón siempre me dijo que mi padre me quería»

La «otra» hija de «El Cordobés» explica su relación con un padre que hasta poco la ignoraba

Mari Ángeles Benítez ABC
Beatriz Cortázar

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Se da casi por segura la presencia, esta tarde, de Manuel Benítez «El Cordobés» (80 años) en la plaza de Morón de la Frontera para ver torear a sus dos hijos, Manuel Díaz (48) y Julio Benítez (31). Tras una vida separados, sin hablarse ni tratarse siquiera en la distancia, los dos hermanos compartirán su primer cartel de la temporada. Tal es la expectación de ver a los dos hijos del «quinto califa» juntos en el ruedo , que hace tiempo que en Morón se colgó el cartel de «no hay billetes». Para que llegara este momento han tenido que pasar años de desencuentros, con una demanda de paternidad contra Manuel Benítez que se saldó con el reconocimiento, a ojos de la Ley, de Manuel Díaz como hijo suyo.

De momento, el maestro de Palma del Río tiene seis entradas de contrabarrera en la plaza de Morón de la Frontera, pagadas de su bolsillo. Esta circunstancia hace creer lo que antaño parecía un imposible: el encuentro con Manuel Díaz. Podría ser el cierre de una etapa en la vida de Benítez, durante la que ha vivido ignorando a uno de los dos hijos que tuvo fuera de su matrimonio con Martina Fraysse (junto a ella, tuvo cinco vástagos más).

A sus 80 años y enamorado de nuevo, Manuel Benítez quiere enterrar en el olvido sus plantes chulescos ante las cámaras cada vez que le mencionaban a sus otros descendientes y abrir una nueva etapa dando la mano a todos y haciendo borrón y cuenta nueva .

A la espera de lo que pueda ocurrir esta tarde y no sólo en lo que al toro se refiere, lo cierto es que el Cordobés ya ha dado muestras de este giro radical. Y entre las primeras personas que así lo han sentido figura María Ángeles Raigón Carreras (Córdoba, 1969), a quien en mayo del año 2000 la Audiencia Provincial de Córdoba ratificó como hija del diestro. Por aquel entonces, ya tenía 31 años y residía en Barcelona.

María Ángeles había vivido desde entonces bajo el amparo de tan célebres apellidos, pero sin ningún contacto con su padre . Aunque Benítez nunca negó haber mantenido relaciones sexuales con su madre, se había resistido a someterse a un test de paternidad . Aquella negativa hizo que la Justicia sentenciara en favor de la demandante (María Ángeles).

Ese desdén se ha mantenido hasta hace unas semanas, cuando «El Cordobés» por fin accedió a reencontrarse con María Ángeles, con la que hoy mantiene un estrecho contacto. «Siempre supe que, algún día, pasaría esto. Mi corazón me decía que, a su manera, mi padre me quería », cuenta María Ángeles en conversación telefónica con ABC. «Hoy soy muy feliz y no puedo ocultarlo. Estoy muy bien con mi padre, tenemos una relación, pero no quiero dar más explicaciones. No quiero que mi testimonio pueda entorpecer el momento tan bonito que estoy viviendo», asegura.

Tiempo perdido

Hace unos meses, María Ángeles perdió su trabajo en un bar de Córdoba, debido a una crisis que a todos golpea. Ahora está pendiente de unos proyectos, donde también podría estar metido su progenitor. Ella asegura que ambos quieren «recuperar mucho tiempo perdido» . De un parecido increíble a Manuel Benítez, María Ángeles reconoce que «siempre supe que mi padre me ha querido, a mí esa idea no me la iba a quitar nadie. Y al final el tiempo me ha dado la razón », comenta.

Discreta y a la vez espontánea, está convencida de que «más vale tarde que nunca» y cree que la nueva pareja de Benítez, una viuda de 57 años que también se llama María Ángeles , ha sido fundamental para este cambio de actitud. «Yo no sé si Martina (Fraysse) era la que ponía impedimentos o no, pero sí pienso que su novia actual ha hecho que este encuentro sea posible», responde, sin por ello querer aprovechar la circunstancia para arremeter contra la exmujer del torero.

Precisamente Fraysse, tal y como es su costumbre, guarda silencio sobre todo lo relacionado con su ex marido. Aunque todos sus hijos la defienden y apoyan, la posición de Martina a día de hoy no es la más cómoda. Si esta tarde «El Cordobés» acude a Morón y se produce el encuentro con su hijo Manuel Díaz, a más de uno le va a costar sostener que Fraysse no fuera en parte responsable de que durante tantos años su exmarido ignorara de una manera pública y notoria a sus dos hijos extramaritales .

«Siempre sentía una cosita que me decía que me quería», repite María Ángeles Benítez Raigón. Hoy quiere disfrutar de su padre y ese propósito motiva su celo a la hora de hablar.

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