Giorgio Armani, el rey de la vida nocturna de Milán

Asus 82 años, Giorgio Armani , considerado el rey de la moda italiana, es coronado también por el «New York Times» como el rey de la vida nocturna de Milán . El estilista, además de tener abierto el local más sofisticado de la capital lombarda, el Armani/Privé , ha abierto un club privado llamado Giorgio’s , accesible solo a socios miembros, que se ha convertido en centro de referencia para una parte importante de la sociedad milanesa . Armani mandó invitaciones a unas 600 personas , entre ellas amigos de su casa de moda, arquitectos, chefs, empresarios, propietarios de galerías… Cada uno recibió una tarjeta de oro como miembro del club , enviada en cartera de cuero con una carta manuscrita . Se dan cita los jueves en un ambiente íntimo, elegante, con decoración de inspiración oriental y elementos en piel. Hay espacios para el cóctel o un baile con música en vivo: Róisín Murphy, Mia Moretti o los Gipsy Kings fueron algunas de las últimas actuaciones. La diseñadora Marta Ferri , poseedora de una de las exclusivas tarjetas, describe el ambiente a medio camino entre el «nightclub» y un cóctel-bar nocturno, siendo uno de sus principales atractivos el que «siempre vas a encontrar a alguien que conoces».

A la entrada del local campea la firma del llamado Rey Giorgio en flameante neón rojo: Giorgio’s, con letras cursivas , un detalle que no pasa desapercibido porque no es nuevo en los gustos de Armani. La misma tipografía se utilizó en «American Gigoló» (1980), dirigida por Paul Schraeder y protagonizada por Richard Gere. El actor norteamericano vistió ropa del estilista italiano, quien se introdujo así en Hollywood siendo elegido como diseñador en otras películas.

Conocida es la obsesión de Armani por la perfección , lo que se refleja también en los detalles del club: no le convencía la acústica del local y lo cerró durante dos semanas en enero hasta renovarlo y conseguir el mejor sonido posible.

Giorgio Armani se erige así en el rejuvenecedor de una movida milanesa sui géneris . Alan Prada, subdirector de la revista «L’ Uomo Vogue» manifiesta al «New York Times» que en Milán no se había producido desde los años 80 «algo que hubiera suscitado el mismo impacto en la vida nocturna milanesa». Pero Armani no es partidario del clamor en las redes sociales . El estilista ha pedido expresamente a los socios del club que no documenten en las redes sus largas noches entre el mundo de la moda. « Diversión, pero sin post o fotos para exhibirse en las redes sociales », sería el lema, aceptado de buen grado por los milaneses, que son bastante calvinistas.

Milán es conocida, sobre todo, por ser una capital laboriosa. Su alta burguesía estaba habituada a salir de la ciudad en los fines de semana y dejarse ver en lugares exclusivos como Portofino y St. Moritz, una tendencia que está cambiando hacia una mayor permanencia en Milán. En este contexto, es significativo que Giorgio Armani abra este club privado.

El estilista es un atento observador. Sin duda, uno de los más escuchados en el gran circo de la moda y sus palabras o actividades no caen en vano ni pasan desapercibidas. En cierta forma, Armani es un visionario , que está en la cumbre de la industria de la moda gracias a su permanente esfuerzo: «Me levanto a las siete y entreno en el gimnasio durante hora y media. Tengo una disciplina militar », afirma el estilista. Armani se prepara porque, en este mundo lleno de incertidumbres y cambios extraordinarios, el mundo de la moda no podrá quedarse al margen. Armani está seguro de que «dentro de dos o tres años» la moda caminará hacia una revolución. Palabra del Rey Giorgio.