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Ana Boyer: «Mi madre no habla conmigo sobre su boda con Mario Vargas Llosa»

La hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer vuelve a los «photocalls» después de un parón de seis meses

Angie Calero

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Desde que hace un año pidiera una excedencia en el despacho donde trabajaba, Ana Boyer (27 años) se ha dedicado a seguir a Fernando Verdasco (33) a todos los torneos de tenis, alejándose así de los photocalls y el revuelo mediático que generaba. No obstante no tardó mucho en regresar a los focos. La herencia del que fuera ministro de Economía y Hacienda; la mala relación con sus hermanastros, Laura y Miguel -fruto del primer matrimonio del «superministro» con Elena Arnedo -; el noviazgo de su madre con Mario Vargas Llosa y el piso que alquiló con Verdasco a los pocos meses de la desaparición de su padre, eran cuestiones suficientes como para reaparecer de la mano de una firma de sandalias el pasado mes de mayo.

Después se refugió con Verdasco en la nueva casa que al tenista le han regalado en Doha, tal y como adelantó este periódico en noviembre . Ahora, coincidiendo con todas las informaciones que apuntan a que Ana y Verdasco se darán el «sí, quiero» el próximo año y que ella podría irse a vivir a Doha , la pequeña del clan Preysler ha retomado la actividad. ABC estuvo con ella la semana pasada en el 130 aniversario de la legendaria firma Durán. «Ahora mismo estoy viviendo en Madrid y mis planes son seguir aquí. Fernando pasa entre 35 y 40 semanas al año viajando , por eso no tengo intención de irme a vivir fuera con él todavía», comentó. Todavía. Aunque dice que Verdasco no le ha pedido que se case con ella, asegura que esta pasando una época muy feliz: «Antes de pedir la excedencia de un año estuvimos dos años y medio a distancia. Ahora hemos agradecido que yo tuviera flexibilidad para viajar». En unos meses terminará ese tiempo de «descanso» y ya está barajando qué hacer: «Lo difícil es encontrar un trabajo para compaginar con mi vida personal. Tengo varias cosas en la cabeza, a lo mejor vuelvo a estudiar».

Cuando Ana afirma que ella y su hermanastra Tamara Falcó lo hacen (casi)todo juntas, no hay nada que rebatir. Si de cara al verano reaparecían las dos con cinco días de diferencia entre un photocall y otro; ahora ha ocurrido lo mismo. Días antes de que ABC se reuniera con Ana, la hija de Preysler y Carlos Falcó acudía a la entrega de premios de una revista. Ya en verano se pudo apreciar el cambio físico de Tamara, que ella atribuyó a Ramona , la encargada de la cocina de la «reina de corazones». Poco después se supo que padece un problema de tiroides, al igual que Chálei Iglesias, su otra hermanastra. «Tamara está muy animada. Es un proceso largo y lo importante es que está bien».

Sobre las apuestas por descubrir quién pasará antes por el altar , si ella o su madre, Ana prefiere no arriesgar. «Sí que quiero casarme en algún momento», dijo. Y agregó: «Mi madre no habla de esas cosas con nosotras. No sé lo que tiene planeado, eso es algo muy personal y hará lo que le apetezca. Con mi padre se casó de una forma muy privada, es como a ella le gusta hacerlo».

Lo que sí están a punto de firmar son las últimas voluntades de su padre , algo que podría ocurrir antes de Navidad.

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