Hazte premium Hazte premium

Los Borbón-Dos Sicilias reavivan una vieja disputa dinástica

El nuevo Duque de Calabria y su primo lejano, el duque de Castro, reclaman para sí la jefatura de la Casa que reinó en Italia

MARTÍN BIANCHI

El 24 de enero de 2014, Nápoles, antigua capital del Reino de las Dos Sicilias, fue testigo de una reconciliación histórica. Ese día, Pedro de Borbón-Dos Sicilias , actual Duque de Calabria y jefe de la Casa Real de Borbón-Dos Sicilias , y Carlos de Borbón Dos-Sicilias , duque de Castro, se reunieron en el hotel Excelsior y firmaron un armisticio que puso fin a una vieja guerra familiar por los derechos dinásticos , una contienda que se remonta a la muerte sin herederos del Príncipe Fernando, en 1960. La concordia entre ambas ramas de la familia llegó en vísperas de la beatificación de la Reina María Cristina de Saboya , un antepasado de ambos.

La guerra de medio siglo comenzó cuando Don Alfonso (abuelo del actual Duque de Calabria) y su tío, el Príncipe Rainiero , reclamaron para sí la jefatura de la Casa Real . Don Alfonso consideró nula la decisión de su padre, que había renunciado a sus derechos al trono siciliano al casarse con la Infanta Mercedes, y alegó también el matrimonio desigual de su tío Rainiero con la condesa polaca Carolina Zamoyska . La hostilidad entre los sucesores de ambas ramas se prolongó durante cincuenta años y llegó a su fin un día antes de la beatificación de la Reina María Cristina . Algunos atribuyeron la tregua a la mano divina de la regia beata.

Fin de la tregua

Solo dos años y medio después, el milagro parece haberse esfumado. Tal y como ha trascendido esta semana en algunos medios, Carlos de Borbón-Dos Sicilias, descendiente de Rainiero, ha vuelto a solicitar para sí la jefatura de la Casa Real anunciado además la modificación de las normas de sucesión y la supresión de toda discriminación por razón de sexo, reconociendo así los derechos dinásticos a sus dos hijas. Su primo Pedro, descendiente de Don Alfonso e hijo del fallecido Infante Don Carlos y de Ana de Francia , niega que tenga potestad para hacer tal cambio.

El duque de Castro aprovechó la celebración de la Confirmación de sus hijas en la basílica de San Pedro, en Roma, para dar a conocer la nueva norma sucesoria firmada en acta. En ella hizo pública su decisión de modificar las reglas que hasta ahora estaban en vigor , «de manera que sean compatibles con el derecho internacional y europeo vigentes, que prohíbe cualquier forma de discriminación entre hombres y mujeres, no solo en cuanto a derechos y libertades, sino también en cuanto a la facultad misma de ejercer toda función pública». Por primera vez también hizo alusión directa a la nueva «gran responsabilidad» que recaería en sus hijas como «legítimas herederas» de la Real Casa de Borbón-Dos Sicilias, y especialmente en su primogénita, la princesa María Carolina .

El Duque de Calabria, hombre discreto y alérgico a la atención mediática , se vio obligado a responder, emitiendo un comunicado en el que niega a su primo «potestad para tomar determinación alguna respecto a la sucesión» de la Casa Real. Una decisión unilateral que «contraviene el espíritu de lo acordado en el histórico pacto de reconciliación» al que llegaron en Nápoles, lo que «supone un serio obstáculo que interfiere en la armonía y paz familiar» que buscaba aquel documento firmado por ambos como primer paso para zanjar la disputa dinástica. Lo que parecía un armisticio fue solo una tregua .

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación