Así será la nueva vida de Mario Vargas Llosa como profesor en Nueva York

Tras su puesta de largo esta semana en Nueva York, Vargas Llosa y Preysler regresarán a Europa para disfrutar de sus últimos días juntos. El 14 de septiembre el autor de «La tía Julia» recibirá un doctorado honorífico en Italia y el día 17 será investido doctor honoris causa en la Universidad de Salamanca. Luego, pasará unos días en Madrid hasta finales de este mes, cuando tendrá que volver a la Gran Manzana para cumplir con sus compromisos laborales y académicos. Tal como anuncia la web de la Universidad de Princeton, el escritor impartirá un curso de casi tres meses (desde finales de septiembre hasta mediados de diciembre) en el Departamento de Antropología de la prestigiosa universidad , una de las ocho mejores de Estados Unidos.

El curso, titulado «Política y literatura en América Latina», no solo contará con la participación de Vargas Llosa, sino también con la del profesor Rubén Gallo, experto en literatura y civilización española, y Miguel Caballero Vázquez, docente especializado en lingüística y literatura española y portuguesa. Ellos serán los encargados de dirigir este curso centrado en hacer «un repaso por el papel de los escritores e intelectuales en los debates políticos que han marcado el siglo XX en Latinoamérica» . Los alumnos de Princeton tendrán que leer «La guerra del fin del mundo» y «La fiesta del chivo», ambas obras de Vargas Llosa, además de algunos títulos de otros autores latinoamericanos, como Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante y Reinaldo Arenas. En la web de Princeton se aclara: «Las lecturas y las discusiones con el laureado Nobel serán exclusivamente en español».

Ahora, la gran incógnita es si Isabel Preysler acompañará a su pareja durante estos tres meses de enseñanza en el edificio Aaron Burr Hall de la ciudad universitaria de Princeton, ubicada en Nueva Jersey. Aunque la universidad está a solo una hora del centro de Manhattan, el Nobel no hará uso de su piso en el corazón del Midtown de la ciudad , donde solía residir con su esposa e hijos durante sus temporadas en Estados Unidos. Ha preferido ocupar otro piso en la ciudad.

Según ha podido saber ABC, durante esos tres meses Vargas Llosa no coincidirá con Patricia en Nueva York. La esposa del literato se encuentra ahora en la Gran Manzana pero solo por unos días, para celebrar el cumpleaños de su hijo Gonzalo. Luego visitará a su hijo Álvaro en Washington y a finales de septiembre se instalará durante una larga temporada en Lima , donde hará compañía a su madre, de 97 años.

Lejos de las distracciones de Madrid, Vargas Llosa podrá aprovechar su estadía en Estados Unidos para centrarse en su actividad intelectual. Ha terminado su novela «Cinco esquinas», ha empezado otra y lleva meses trabajando en un guión de teatro autobiográfico que repasa su vida desde que recibió el premio Nobel de Literatura, en el año 2010, hasta la actualidad. «No sabemos si el gran final de la obra será su romance con Isabel o si omitirá ese capítulo de su vida» , explica a ABC un colaborador del escritor. «Lo único seguro es que ya está trabajando en ello y que incluso ha hablado con el director de un teatro de Madrid para un posible montaje en 2016» , adelanta esta fuente. No sería la primera vez que se sube a los escenarios. Este año protagonizó «Los cuentos de la peste» con la actriz Aitana Sánchez-Gijón en el Teatro Español.

Tampoco es la primera vez que el Nobel imparte clases en Princeton. De hecho, lleva años haciéndolo en esta elitista universidad, de la que recibió un doctorado honoris causa en mayo de este año, pocos días antes de romper con su esposa. En el otoño de 2011, por ejemplo, ofreció un curso sobre escritura creativa, y en el otoño de 2014, otro sobre el análisis de ocho de sus novelas y su relación con Perú. Entre las obras que estudiaron los princetonians de aquel año se encontraba «Travesuras de la niña mala», la misma que se regaló esta semana a los invitados a la gala de Porcelanosa en Nueva York. De Princeton a una fiesta de azulejos hay un largo trecho que solo un Nobel puede sortear en un paso.