Elton John llama «fanático y patán» al alcalde de Venecia por retirar libros que hablan de homosexualidad

El cantante Elton John y el nuevo alcalde de Venecia se han enzarzado en una agria polémica en las redes sociales por la retirada de las escuelas venecianas de libros sobre la homosexualidad. Luigi Brugnaro, 54 años, un empresario elegido hace dos meses como alcalde al frente de una lista de centro derecha, se ha hecho ya célebre por una serie de decisiones polémicas. La más llamativa por ahora, con gran repercusión internacional, ha sido la de prohibir como había prometido en la campaña electoral 49 libros que tienen como protagonistas a parejas del mismo sexo . El cantante británico, que tiene dos hijos con su marido David Furnish y posee una residencia en la ciudad de los canales, ha escrito a sus fanáticos en Instagram : «La maravillosa Venecia se está indudablemente hundiendo, pero no tan rápidamente como el fanático y patán Brugnaro ».

En la lista inicial de libros prohibidos, el alcalde de Venecia incluyó a obras consideradas pequeñas joyas para la infancia, como «Piccolo blu e piccolo giallo» («Pequeño azul y pequeño amarillo») (1959), célebre obra del escritor e ilustrador Leo Lionni. Otros títulos prohibidos fueron «Juan tiene dos mamás», y «Los papás bis» que es la historia de una familia que se recompone tras un divorcio.

Libros en general concebidos para enseñar a los niños a respetar al que es diverso de ellos, al discapacitado, al niño que es adoptado, al homosexual , o a quien tiene dos padres o dos madres. Para justificar su decisión, el alcalde subrayó que «los padres deben tener voz en el capítulo de la educación de sus hijos y no ser excluidos a priori». Varias asociaciones criticaron duramente a Luigi Brugnaro y lanzaron una campaña con el lema «¡Sean rebeldes, lean!». Elton John se suma ahora también a esa campaña, compartiendo en Instagram una foto de la portada del libro «The family book» de Todd Parr, escribiendo: «Este es uno de los libros de historias preferidos por la familia Furnish-John, en el que se narra un mundo totalmente inclusivo, en el que las familias son de todas las formas, dimensiones y colores . Y, sobre todo, las familias son una cuestión de amor. Y nuestros hijos lo adoran».

El alcalde de Venecia ha contraatacado a Elton John con una serie de Tweets en los que, en sustancia explica que no es homófono y pide al cantante que financie a la ciudad: «Estimado Elton John, usted me insulta para sostener su punto de vista . Creo que usted representa bien la arrogancia de quien es rico y puede permitirse todo . Estimado rico Elton John, usted que ama tanto mi ciudad, llegando a comprarse una casa, ¿qué recursos ha ofrecido para salvar Venecia?»

En definitiva, el alcalde veneciano permanece en sus trece: «Ningún niño será discriminado, pero debe ser reconocida la mayoría de las personas que tienen una madre y un padre . Basta con la arrogancia cultural que introduce una visión personalista de la sociedad».

La iniciativa del alcalde Brugnaro, además de causar polémica y revuelo entre escritores, editores, bibliotecarios y muchos psicólogos , divide a los expertos. Emma Baungartner, profesora de Psicología de la Universidad La Sapienza de Roma, experta en estudios de género, muestra su sorpresa e incredulidad: « La familia tradicional no es una garantía de bienestar y un lugar protegido por definición. Cuenta la calidad de la atención y cuidado de los hijos, no el sexo de los padres».

En cambio, otros defienden al alcalde Brugnaro, como el psiquiatra Massimo Gandolfini, presidente de la asociación de médicos católicos de la región de Lombardía y portavoz de la asociación Defendemos a nuestros hijos : «Respetar a los homosexuales no significa caer en el libre albedrío total. El derecho al hijo no existe, ni siquiera para las parejas heterosexuales estériles». En la polémica ha intervenido incluso Amnesty International Italia , cuyo presidente Antonio Marchesi, ha subrayado: «El pluralismo y la diversidad son expresiones de una visión no personalista sino universal, basada sobre derechos humanos, que como tal se debe siempre garantizar».