El Che Guevara nunca vistió de Zara

Es posible que Pablo Isla vea todos los días al Che Guevara . A no ser que para ir a Arteixo tome la Nacional VI . Pero si pasa por la rotonda de Nirvana, en Oleiros, verá al tío de la boina en una escultura de ocho metros. La puso Ángel García Seoane , alcalde, republicano, castrista, antiimperialista y premareas (lleva en el cargo desde 1985 con su partido , Alternativa dos Veciños). Icaria, la urbanización donde vive el presidente de Inditex con su mujer, María de la Vega , y sus tres hijos, está en la rica localidad situada a ocho kilómetros de La Coruña . Los aviones pasan tan bajo que se puede ver de qué compañía son y hasta a la rubia sentada en el 11-A . Si se te ocurre preguntar por la casa de Pablo Isla, lo normal es que te digan que saben cuál es, pero que no te lo van a decir. Se siente una como Spencer Tracy en «Conspiración de silencio» cuando llega sin un brazo a Black Rock buscando al japonés. Aunque en Icaria son más amables y no han matado a nadie .

Lo que podía ver la semana pasada desde su casa, durante las fiestas de San Juan, era el crucero Ventura , uno de esos mastodontes para ingleses de clase media (3.500 pasajeros, 1.230 tripulantes, el horror). Todo puede empeorar . En la Edad Media llegó a estas tierras procedente de Britania Lanzarote del Lago, concretamente a Cedeira. Y con un perro enorme . La casa del segundo hombre más rico del mundo , galerías, hormigón y aldaba en la puerta, da al paseo del Parrote. Al mar. La parte trasera, a un negocio de tatuajes y al edificio de la Real Academia Gallega , antigua casa de Emilia Pardo Bazán. Ver en un tendedero una camisa azul que podría ser de Ortega es como ver en una urna de museo en Washington el jersey rojo de Brooks Brothers que Katherine Hepburn llevaba en los hombros. Porque Ortega, con Zara, además de hacerse multimillonario , ha hecho más por las mujeres que Mary Wollstonecraft , que solo era la madre de la madre de Frankenstein .

Con ese fetichismo se mira también la primera tienda de Zara en Juan Flórez (esquina Arteijo, escrito así, con jota). La de las batas estuvo en la calle Torreiro. También en Juan Flórez está Ottodisanpietro , establecimiento multimarca y multicaro que, pese al nombrecito, abrió Élida Nogueira en 1986 . Etro, Prada, Stella McCartney, Balenciaga o Lanvin (en el escaparate, un vestido de 970 euros de esta firma y muchas barbies como el maniquí). Una tienda así es el anti-Zara (o el pre-Zara). Recordemos aquel famoso titular de revista de moda: « Cómo ir de Zara y que parezca Prada ». Este negocio lo frecuentan los ricos de la ciudad. Los ricos de antes en La Coruña eran gente como Pedro Barrié de la Maza , conde de Fenosa, o los navieros Ponte Naya . Ahora lo es Amancio Ortega, y el universo de Inditex.

No puedes dar dos pasos sin topar con algo relacionado con Ortega o sus ejecutivos. Porque lo frecuenten o por otras razones. Desde la pastelería Glaccé hasta Playa Club , que no es un club de playa, sino una cafetería y restaurante en la playa de Riazor. Habría que citar también la residencia del Padre Rubinos , que fue el confesor de la condesa de Fenosa . Es un impresionante albergue que acoge transeúntes. Para construir sus instalaciones, la Fundación Amancio Ortega aportó 25 millones de euros . Un edificio de Elsa Urquijo, otra de las fortunas del universo Inditex . La arquitecta de cabecera de los Ortega está detrás de la tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, de la nueva de Serrano o de la de Hong Kong. Y de lo del Padre Rubinos.

En el aeropuerto de La Coruña, el contenedor para envases, líquidos y aerosoles prohibidos en el avión es una donación para el centro. Amancio Ortega da 25 millones. Los pelagatos vestidos de Zara podemos donar un desodorante .