Katy Perry pelea con unas monjas por la compra de un convento

Katy Perry, intérprete de «Fireworks», está interesada en comprar un antiguo convento católico ubicado en el barrio Los Feliz de Los Angeles. La propiedad, con piscina y vistas privilegiadas de las montañas San Gabriel , fue la residencia de las religiosas del Inmaculado Corazón de María, quienes se niegan a que su antigua vivienda sea vendida a la cantante por el arzobispado de Los Angeles.

Las religiosas, que aseguran ser las dueñas reales de la propiedad, para evitar a la indeseable compradora, hicieron un acuerdo de venta formal el pasado 20 de mayo con una restauradora, Dana Hollister, por 15.5 millones de dólares. Hollister quiere convertir el convento en un hotel con restaurante y bar.

Mientras las monjas hacían sus trámites, el arzobispado cerraba un acuerdo de venta por 14.5 millones de dólares con la cantante Katy Perry , quien se interesó por la propiedad hace tres años. La arquidiócesis aprobó la oferta de Perry el 5 de junio , pero no se completó la transacción debido a la otra venta en paralelo.

El arzobispado de Los Angeles, ante la acción de las monjas, ha recurrido a los tribunales, demandando a la señora Hollister como medida de presión ante la «acción sin autorización de las monjas».

La arquidiócesis ha dicho, a través de un comunicado remitido a «Los Angeles Times», que la propiedad fue cedida a la diócesis de José Gómez en 2005 , y que sólo él tiene la potestad de vender. Los documentos entregados en el juzgado apuntan que las monjas, en caso de querer gestionar una venta, deben contar con el consentimiento escrito del arzobispo .

Por otra parte, desde el diario local han apuntado que el arzobispo a su vez debe contar con el visto bueno de las monjas mayores. En teoría, tres de las cinco hermanas mayores vivas dieron su visto bueno a vender la propiedad a Perry, que quiere usar el convento como su residencia. Dos de las monjas restantes, Catherine Rose y Rita Callanan se han opuesto, por lo que emprendieron una venta por su cuenta.

Hollister, la restauradora, ya se ha mudado al convento , aunque le ha sido ordenado que debe permitir que otros compradores potenciales puedan ver la propiedad. De momento, señala que si bien sus planes habían sido los de crear un hotel y restaurante, ahora no lo tiene claro, ya que los vecinos de la zona no están interesados en el ajetreo y ruido que un establecimiento de esto llevaría a su comunidad.

Perry no aparece en los documentos de la demanda, pero las religiosas han confirmado en varias entrevistas que se trata de ella . La hermana Callanan ha dicho que no le gustó la cantante. « Encontré a Katy Perry, y a sus vídeos ...bueno, que se puede decir, no he estado contenta con ella», dijo. Las hermanas, al conocer que Perry era la potencial compradora se dedicaron a ver sus vídeos y siguieron con mucha atención su presentación en el medio tiempo de la Super Bowl. Creen que las hermanas que sí dieron su permiso al arzobispo no sabían de quien se trataba o fueron coaccionadas .

Sin embargo, según ha conocido el periodista de «Los Angeles Times», la cantante, interesada en la propiedad desde hace tiempo, se reunió con varias de las religiosas , se vistió de forma más apropiada para la ocasión y cantó «Oh Happy Day» , un clásico de la música góspel. También les mostró su tatuaje de «Jesús» ubicado en su muñeca. Perry, antes de dar su gran salto a la fama, había sido cantante de góspel y provenía de una familia muy católica.