La Policía se cuela en la fiesta de los Falcó
El excesivo ruido dio la nota en la inauguración del nuevo restaurante del marqués de Cubas
El pasado jueves, el marqués de Cubas, hermano del marqués de Griñón, inauguraba en La Moraleja su nuevo restaurante, Capuccino. La noche prometía. Por fin, llegaba el momento de ver el resultado de largos meses de trabajo y esfuerzo. Lo que nadie esperaba era que la Policía acábase «uniéndose» a la fiesta.
Numeros amigos y familiares del aristócrata se congregaron en el local para apoyarle en el evento de apertura, pero sin duda fue su sobrina Tamara Falcó la que captó todas las miradas . Elegantísima con un pantalón negro, camisa con apliques y unas sandalias, parecía estar disfrutando de una agradable velada hasta que aparecieron los fotógrafos y se le agrió el gesto. Tamara, que se acaba de estrenar como bloguera , se mostró muy esquiva con los periodistas y rehuyó todas las preguntas sobre su relación con Enrique Solís.
A medida que avanzaba la noche, los invitados se animaron y comenzaron a bailar. Y mientras unos lo pasaban en grande, otros sufrían las molestias del ruido. Aún faltaban por llegar unos invitados a los que nadie esperaba .
La policía muncipal de Alcobendas se personó en el local, tras recibir la llamada de unos residentes del inmueble colindante que se quejaron por el volumen de la música. Como es habitual en estos procedimientos, al llegar los agentes pidieron las licencias correspondientes del local para comprobar que todo estaba en regla. Cuál fue su sorpresa al descubrir que el restaurante del marqués de Cubas no reunía todos los permisos. Probablemente, ahora deba enfrentarse a una cuantiosa multa.
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