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Carmen Thyssen no consigue vender el broche de la Reina María Cristina

Valorado en 1,5 millones de euros, fue retirado en una subasta por no llegar al mínimo estimado

Carmen Thyssen no consigue vender el broche de la Reina María Cristina abc

maría teresa benítez de lugo

El espectacular broche que perteneció a la Reina María Cristina de España y que estaba en manos de la baronesa Thyssen-Bornemisza no consiguió ser vendido anoche en Ginebra, pese a la gran expectación que había levantado. Con precio estimado de 1,5 millones de euros, la casa de subastas Christie’s tuvo que retirar la pieza dado que nadie ofreció el mínimo que se esperaba.

Gran decepción, para Tita, ya que esta venta le habría proporcionado la liquidez que tanto necesita . La subasta de la joya era un nuevo capítulo en la sucesión de operaciones llevadas a cabo por la baronesa en busca de «cash». Las más destacadas, la venta de el cuadro «La esclusa», de Constable (por la que se embolsó 27,89 millones de euros) y la residencia «Villa Favorita» (cerca de 65 millones), de Lugano (Suiza).

Las características, historia y propiedad de la pieza habían llamado poderosamente la atención de los coleccionistas. Valorada por los expertos entre 1,3 y 2,3 millones de euros, llevaba el lote número 333. Su peso es de 95 kilates, con piedras de alrededor dos kilates cada una. «El hecho de que actualmente exista una gran demanda por los brillantes antiguos de talla coussin justificaba el gran valor de esta pieza», explica a ABC Daniel Struyf, especialista de joyas de Christie’s. De acuerdo con Struyf, fue la misma Carmen Cervera la que llevó el broche a Ginebra para que fuera tasado. «Aunque no podemos dar detalles sobre las piezas que vendemos, esta tenía un gran valor emocional para su propietaria por haber sido un regalo de su marido, el difunto barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza».

«Formada por decenas de brillantes antiguos, esta valiosa joya casi se encontraba en su estado original, ya que sólo le habían quitado unos flecos de brillantes que colgaban por ambos lados. Todas las piedras engastadas en el broche son originales, probablemente de origen brasileño, y talladas a mano lo cual hoy tiene mucho valor», explicó Struyf.

El especialista declaró a este diario que «la historia no tiene precio y, que por su origen real, el broche de la baronesa Thyssen-Bornemisza consiguió atraer, durante las últimas semanas, el interés de numerosos compradores de Oriente Próximo, Rusia, China e India, ya que la tendencia actual de este mercado se orienta a la compra de objetos raros y de piezas únicas». Sin embargo, el resultado final no ha sido el esperado.

La creación del broche se remonta a 1879, siendo el mismo Rey Alfonso XII el que la encargó, junto con otras alhajas, como regalo de bodas. «Años más tarde, los cambios en la moda femenina, tras la revolución traída por Gabriela Chanel, que eliminó el corsé, hicieron que este tipo de joya cayera en desuso», añadió el experto. Aunque el barón Thyssen-Bornemisza la adquiriera a principios de los años 80, el broche, olvidada durante casi un siglo, permaneció probablemente en manos de descendientes de la Reina María Cristina que, al igual que su actual propietaria, se desprendieron de ella por motivos económicos.

Los resultados de las subastas de joyas celebradas en Ginebra durante este mes han batido de nuevo récords mundiales sin precedentes. Ayer, un rubí de origen birmano, el «Sunrise Ruby», fue adjudicado en la venta organizada por la casa Sotheby’s por la escalofriante cantidad de 27 millones de euros, duplicando la valoración inicial estimada en unos 14 millones de euros.

Otra piedra de excepción, un diamante rosa de 8,72 quilates de una pureza extrema, también subastado por Sotheby’s, se vendió por 14,3 millones de euros. Tallado en forma coussin perteneció a la princesa Matilde, sobrina de emperador francés Napoleón I y tuvo entre sus propietarios a la rica heredera y filántropo norteamericana Huguette Clark, fallecida en 2007, quien lo tuvo guardado en una caja fuerte casi setenta años.

Por su parte la subastadora Christie’s , líder mundial en el sector, batió en 2014 todos los récords en subastas de joyas. El departamento de esta casa, en Ginebra, organizó, el año pasado, la mayor subasta de joyas de todos los tiempos que se saldó con la cifra récord de 154,2 millones de dólares. Mientras que a nivel mundial las ventas de esta casa totalizaron un total nunca visto de 754,7 millones de dólares en el mismo año.

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