Carla Pereyra: «Me gustan los hombres seguros de sí mismos y que tienen objetivos»
Guapa, inteligente y divertida. Así es Carla Pereyra. La novia de «el Cholo» concede su primera entrevista en exclusiva a ABC
angie calero
Carla Pereyra (27 años) saltó a la palestra por ser la novia de uno de los entrenadores más aclamados del momento, Diego Pablo Simeone (44), pero Carlita -así la llaman sus seres queridos- se ha mantenido al margen de todo lo que ha rodeado al ... Atlético de Madrid. Siempre en un discreto segundo plano y alejada del papel cuché. Desde que se conoció su relación con «el Cholo» ha sido la mujer más buscada por los medios de comunicación. Pero Carla ya protagonizó portadas hace algún tiempo, cuando su juventud era insultante y su apellido se escribía en los medios (por error) con i latina , tal vez por desconocimiento o porque no importaba lo que ella hubiera pensado o vivido. Ahora, cuando la vorágine ha pasado y comienza una nueva temporada de fútbol, Carla aparece en el café Te Cato del barrio madrileño de Chueca dispuesta a pasar un rato agradable y a hablar de su historia, de las razones que le hicieron afincarse a 14.000 kilómetros de su casa y del Atlético de Madrid.
Su pasado es un vaivén de emociones que ha vivido rodeada de amigos y de una familia que no está tan cerca como a ella le gustaría. Dejó su amada Argentina a los 17 años con el firme propósito de convertirse en modelo. Después de vivir en Milán -donde desfiló para Alberta Ferretti y Max Mara-, una canción de Alejandro Sanz, el «buen clima y la gente amable» le hicieron aterrizar en Madrid, la ciudad por la que siempre sintió atracción.
- ¿Qué es lo que no te gusta de España?
Que está muy lejos de Argentina.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos profesionales?
-El proyecto que más ilusión me hace es el de Chloé Lombart, una diseñadora de muebles que está entrando en el mercado de Madrid. Lo más bonito es que dona un porcentaje de las ventas a ONGs. Yo colaboro a través de la comunicación y las organizaciones. Aquí, en Te Cato, todos los muebles que ves son de ella y están a la venta.
-¿Qué pregunta no le gustaría que le hicieran en una entrevista?
-No me gustan las preguntas personales. No me parece que tengan gracia.
-¿Detrás de un hombre siempre hay una gran mujer?
-Se complementan. Si hay un gran hombre hay una gran mujer seguro. Y viceversa. Lo esencial es apoyarse y acompañarse.
-La temporada pasada de fútbol fue para recordar, ¿cómo llevó el hecho de ser una mujer tan mediática en poco tiempo?
-No me considero mediática. Soy de mi gente. Tengo tres amigas que son mi familia y me han cuidado muchísimo. Luego hay gente que llama por interés.
-¿Qué opina del término WAG?
-El mío no es futbolista. (Risas)
-¿Qué momento de la pasada liga recuerda con más tensión?
-Todos. (Risas). Pero así vivimos.
-Cuando el Atleti perdió la Champions, ¿cómo levantó el ánimo en ese momento?
-Creo que sea el Atleti o cualquiera que pierde algo tan deseado y tan luchado, lo mejor es estar con tu familia y tus seres queridos. Sobre todo rodearte de la gente que de verdad te quiere. Hay que levantarse al día siguiente y tener ilusión en el nuevo campeonato.
-¿Le gustan los hombres que logran lo imposible?
-Me gustan los hombres seguros, que tienen objetivos. Los hombres que luchan por lo que quieren, les vaya mejor o peor. Los que son sinceros y seguros de sí mismos. Alcanzar un objetivo siempre es bonito pero lo importante es el trabajo hasta que se consigue. Admiro mucho eso. Necesito admirar siempre a la persona que tengo al lado.
-¿Cuándo fue la última vez que se buscó en google?
-La semana pasada, con la vista al Papa Francisco .
-¿Cómo fue la experiencia?
-Soy creyente, y primero lloré de los nervios y luego de emoción. Cuando le vi entré en shock (risas). Lo que había planeado decirle no se lo pude decir. Le agradecí todo lo que está haciendo. Hay que aprender de esas personas, más allá de lo que representa y lo que logre.
-¿Ha cumplido sus sueños de infancia?
-Sí, mi sueño cuando estaba en un pueblito pequeñito de Argentina era ser modelo y lo logré en mayor o menor medida. Pero trabajando duro y dejando a mi familia atrás, que son cosas que la gente no ve. Pero lo más bonito es que sigo soñando.
-¿Su película favorita?
-La película que más me gusta es Titanic, la vi 23 veces cuando tenía 16 años y lloré hasta la número doce. (Risas)
-¿Un vicio caro?
-Me gusta el buen vino.
-Si escribieran su biografía consultando solo la hemeroteca, ¿cuánto habría de verdad y cuánto de mentira?
-Un 80 por ciento es mentira y todo lo demás es verdad.
-¿Hay algo que le haya indignado ver en internet?
-Cuando algo me ha molestado luego me he reído, porque no puedes borrarlo. Lo que se ha escrito de mí no refleja al cien por cien lo que soy. Pero es una parte de mí y me tengo que hacer cargo. Toda la exposición que tuve fue cuando era joven. No tenía a mi familia para aconsejarme. Lo bueno es darse cuenta y saber lo que no volverías a hacer y en qué fotos no posarías otra vez...
-¿Se refiere a la portada de Interviú?
-Cuando la recuerdo pienso que era un papel que yo jugaba. Decir que me arrepiento sería hipócrita. Si pudiera borrarlo lo haría, pero representó lo que yo era en ese momento, por eso no es mejor ni peor arrepentirse.
-¿Cómo ven unos padres que su hija salga así en una portada?
-Mi madre me acompañó a hacerla. Imagínate, se horrorizó. Mis padres siempre me han acompañado y me han dejado decidir mostrándome las consecuencias. Me consolaron cuando hubo cosas que no me gustaron. Lo mejor que me han inculcado es que hay que levantarse al día siguiente.
-¿Le molesta que piensen en sexo en la primera cita?
-Creo que es normal, salvo que volvamos a la época del celibato. Aunque el sexo rápido puede hacer que no conozcas más a la otra persona.
-Ha tenido momentos de mayor y menor popularidad, ¿qué se asume antes la popularidad o el anonimato?
-Yo me siento muy bien haciendo lo que me gusta. Es cierto que con el programa de «Supervivientes» no me sentí cómoda y me fui unos meses a Londres. Sentía que no era yo y que el papel que estaba haciendo no iba conmigo.
-¿En qué momento surge la idea de acudir a «Supervivientes»?
-Me llamó una representante. Fui tan burra de ir sin ver el programa. Es cierto, y creo que no está mal decirlo, que económicamente me servía. Era trabajo y lo llevé como tal.
-¿Se le ha despertado el reloj biológico a Carla Pereyra?
-No, aún no.
-¿Es feliz junto al Cholo?
-Yo creo siempre que uno tiene que ser feliz por uno mismo. Así puedes dar lo mejor que tú tienes a la otra persona.
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