Ortega Cano evita la foto con las esposas

Tras recibir la noticia en la prisión de Zuera, en Zaragoza, donde el torero cumple condena por la muerte en accidente de Carlos Parra, su abogado realizó los trámites para solicitar un permiso penitenciario con el fin de que Ortega Cano pudiera acudir al día siguiente al entierro de su cuñado , que ya descansa en el cementerio de San Sebastián de los Reyes junto a los restos mortales del hijo que el matrimonio perdió en un accidente de tráfico.

Precisamente por la muerte de su sobrino en esas circunstancias es por lo que el torero siempre ha repetido que él mejor que nadie sabe del terrible dolor que supone la muerte en carretera .

Ayer por la mañana numerosos medios de comunicación esperaban sobre las doce del mediodía la llegada de Ortega al madrileño Tanatorio de Tres Cantos , donde se reunió la familia al completo. Incluso los dos hijos del torero y Rocío Jurado, Gloria Camila y José Fernando, decidieron enfrentar a las cámaras para dar el último adiós a su tío. Pero fue a escasos minutos de esa hora cuando un miembro de la familia aclaró que con el fin de evitar que el duelo se convirtiera en un circo, Conchita Ortega le pidió a su hermano que no saliera y permaneciera en prisión.

Esa es la versión oficial de la familia, ya que la extraoficial es que esa misma mañana, cuando Ortega iba a abandonar la cárcel escoltado por dos miembros de la Guardia Civil, se le comunicó que permanecería esposado durante su reunión familiar.

Aunque no se trate de un preso peligroso, la deferencia de quitarle las esposas a Ortega frente a cientos de medios que iban a inmortalizar ese instante hubiera dado lugar a muchísimas críticas. Algunos habrían visto un trato de favor para con el mediático torero, aunque se trata de un beneficio que otros presos -anónimos- sí reciben. Precisamente si algo ha querido evitar Ortega es una imagen entre rejas. Y no descubro nada asegurando que de haber acudido ayer esposado al tanatorio esa imagen habría copado muchas horas de televisión y portadas de revistas. Al final, ni circo mediático ni el diestro esposado y escoltado por la Guardia Civil.