Fernando Fernández Tapias: «No soy un hippy»
Retirado de la circulación amatoria por voluntad propia, comparte con ABC su perspectiva de vida. ¿Cuál es su secreto con las mujeres? «No sé si soy generoso o tonto»
a.l.jiménez
Imposible enumerar todo su currículo: sirva decir que reside en Grupo Ftapias, la sección marítima del Bureau Veritas SAF, y está al frente de Viajes Sandra’s S. A. que es de su propiedad. Fue presidente de CEIM durante 18 años, Presidente de la Asociación ... de Navieros españoles, así como de la Cámara de Comercio de Madrid, y consejero de Unión Fenosa y OHL . En 1994 recibió el premio al Empresario del Año, otorgado por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid. Fernándo Fernández Tapias (76 años), vicepresidente primero del Real Madrid , concede una entrevista a ABC antes de partir de vacaciones junto a su esposa Nuria González (46), y nos habla de la forma más íntima que jamás lo haya hecho.
-Me han dicho que solo permite que le llamen «Fefé» los muy próximos.
-Eso es una bobada. Mis amigos me llaman Fernando, pero te confieso que me encanta que me llamen Fer, como lo hacía mi madre.
-A punto de marcharse de vacaciones, supongo.
-Sí, a finales de este mes y con destino a la Isla de la Toja.
-Y en la maleta no falta...
-Dinero para pagar la buena comida que hay allí. Por lo demás, solo llevo lo imprescindible.
-Ahora sin barco. Siempre queda un buen amigo o un alquiler, ¿no?
-Me encanta ir al mar, pero no está España ahora para alquilar barcos. Me quedaré descansando en La Toja, que es preciosa, se come de forma bárbara, y además no es caro.
-Y con lo bien que se está de relax, ¿no se plantea hacer lo que el Rey?
-¿Abdicar? No. Un empresario debe seguir trabajando o se muere. Piensa que además de mis hijos mayores tengo dos pequeños: Alma e Iván, de 7 y 10 años. ¿Qué quieres, que me vean como un anciano viendo la tele en casa?
-No contento con su actividad, acaba de empezar la transformación de un buque de Navantia Ferrol.
-Sí, proporciona trabajo y tiene un fin ecológico. Es una muy buena idea que se hará en todos los puntos donde haya plataformas petrolíferas para que no se resientan las zonas marinas.
-Aunque digan lo contrario, el dinero es muy importante, ¿no?
-Según para qué. Cuando murió mi padre, un jesuita me dio la lección de mi vida: «Trata al prójimo como quisieras que el prójimo te trate a ti». Por eso, si tengo posibilidades y puedo ayudar -como hago con Mensajeros de la Paz- quiero hacerlo. También se ayuda creando trabajo, generando riqueza.
-¿Imposible haber salido con una atlética o una culé?
-Si hubiese sido guapa, ¡sí!
-Disculpe la frivolidad, pero ¿sabe que dicen que Arturo Fernández y usted son los dos señores que mejor lucen un traje?
-Arturo es muy amigo mío. Pero me gustaría que me presentaras a quienes han dicho eso... ¿Son mujeres?
-¡Claro!
-¡Pues preséntamelas a todas! (risas) Pero no os confundáis: Arturo es un dandy, el tipo al que mejor le caen los trajes, y eso que no para en todo el día y los años nos pesan. Comemos todas las semanas con un grupo de amigos.
-¿Qué aberración estilística no cometería nunca un caballero como usted?: ¿el pantalón pirata?
-Con el tiempo, me molesta tener que ponerme corbata, y eso que me gustan mucho. Ojalá se pudiera ir siempre en camisa. En cuanto a aberraciones: ¡Ya sabes que hippy no soy!
-Y hablando de piratas, ¿cuál es el largo perfecto para un pantalón?
-Te lo voy a decir: los trajes y las camisas me los hacen en la sastrería de El Corte Inglés de Castellana, pero la próxima vez se lo pregunto.
-Dicen que a sus colaboradores los elige por sus hechos, «la única verdad en la vida». ¿Y a los amigos?
-Más que por los hechos, los despides por los malos hechos. Cuando los contratas aún no sabes cómo son. A los amigos, que creo tenerlos muy buenos, solo intento tratarlos como quiero que me traten a mí
-Creo que tiene más de diez.
-¡Ya son muchos! Tengo una buena pandilla. En la amistad no se debe dar con el afán de recibir lo mismo. Das, y punto... Y slo si ves algo raro te alejas.
-Nuria González le ha retirado de la circulación, pero...
-¡Nuria no me ha retirado! ¡Me he retirado yo, por puro convencimiento!
-Ya, pero yo quería llegar a saber qué ha hecho para estar siempre con mujeres tan bellas, ¿cuál es su encanto oculto?
-¡Pregúntaselo a ellas! Yo no sé cual es mi punto fuerte, la verdad. Yo doy, y quiero tratar a la gente como merece. No sé si soy generoso, soy tonto o qué, pero buena voluntad no me falta hacia nadie.
-¿Tal vez nos hace sentirnos como reinas?
-¡Si lo supiera! Pero no solo ha habido guapas, también muy inteligentes, buenas personas. Pero, ojo, siempre cuando estaba soltero, ¡que me he casado tres veces!
-¿Por eso dice que alcanzar la libertad le costó tres matrimonios?
-No soy nada caprichoso. Ahora, por ejemplo, intento complacer a Nuria, que es más joven que yo y tiene más ganas de salir fuera de casa. Pero, ¡se ha hecho más famosa que yo! Ella sí que tiene una entrevista.
-Entre el marisco y el palco del Real Madrid , no debe de haber «ser humana» que se le resista.
-¡Sobre todo el marisco, que me encanta! El palco menos, porque estás distraído (risas). Pero todo esto es broma. Ya sabéis que estoy fenomenal con mi vida.
-Sí, pero insisto: el cocido, aunque le fascine, tiene poco de afrodisíaco.
-¡Y mira que me gusta! Pero no, no es glamouroso. Y de afrodisíacos te voy a contar una anécdota: cuando vine a los 24 años para Madrid, los amigos me prepararon un banquete de ostras, y ¡comí 550!
-Cómo debió de llegar a la capital...
-Ni se lo imagine. Pero fue antes de casarme, ¿eh?
-Los empresarios de este país suelen ser de derechas.
-Es un mito. Un empresario tiene que lograr que el Gobierno de turno favorezca la inversión y a la empresa que genera trabajo. Yo lo que desearía es que PP y PSOE estuviesen de acuerdo en las grandes decisiones.
-¿Es posible que esté viviendo una de las mejores etapas de su vida?
-Todas tienen sus cosas buenas y malas. He tenido ocho hijos -desgraciadamente he perdido uno, como sabe-, pero de los dos pequeños estoy disfrutando, porque antes estaba trabajando todo el día. Pero ojo: ¡no quiere decir que no los quiera a todos por igual!
-Nuria es una mujer bárbara.
-Y una esposa fenomenal. Un grandísimo apoyo.
-¿Lo que mejor se le da, después de su trabajo, es hacer paellas?
-¡Pues sí! ¿Cómo lo sabes? Me encanta hacer paellas para los amigos. Bueno, está entrando Nuria y dice entre risas que lo que más me gusta es ella.
-Por último, ¿un secreto de cocina?
-Pues mira, toda la vida en lonjas y criado en el mar, y un día, cenando con Ferran Adrià, me da la clave para hacer bien los percebes: no hay que dejarlos hasta un segundo hervor, sino sacarlos un pelín antes, cuando borbotea. ¡No sabes la diferencia!
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