La duquesa de Alba por fin celebra su 88 cumpleaños

A Dios gracias muy recuperada de sus problemas de salud, Cayetana estuvo encantada al verse en la mesa con sus íntimos. En compañía de su marido, Alfonso Diez, quien estuvo muy pendiente de ella todo el tiempo , compartió risas y anécdotas con las hermanas Cobo y el marques de Benameji, con la esposa de Antonio Burgos, Isabel; y, por supuesto, con su admirado Curro Romero y Carmen Tello. Precisamente la duquesa se quedó con muchísima pena al no poder asistir a la boda del hijo de Tello y el marqués de Solís, Miguel, que se casó la semana pasada en la iglesia de La Maestranza. Cayetana hasta tenía su vestido terminado por los diseñadores sevillanos Victorio & Lucchino, pero en el último momento le convencieron para que no acudiera y se quedara en casa descansando a pesar de su empeño e ilusión.

Al día siguiente fue al hospital para someterse a un chequeo general y comprobar que la válvula que le puso el doctor Trujillo sigue en perfecto funcionamiento. Lo que sí detectaron los médicos fue un problema de falta de riego y ante esa situación han optado por darle un nuevo tratamiento que, a la vista está, ha resultado muy positivo.

Que ayer Cayetana soplara su vela con sus amigos es el mejor síntoma de que algo ha cambiado. Durante los últimos meses ha estado sin apenas salir de palacio debido a varios problemas que la han tenido muy debilitada. Unas infecciones, trastornos de movilidad, bajada de defensas... Todo hacía indicar que su salud empeoraba por días, llegando a protagonizar algunos episodios de cierta alarma que han tenido en vilo a sus médicos de cabecera, que no han parado de visitarla en Dueñas. Pero hoy Cayetana ha dado un pequeño giro y de ahí que por fin haya celebrado su cumpleaños con más ganas que nunca de poder recuperar algo de su agenda social y disfrutar de la compañía de su gente. Felicidades, duquesa.