Ricky Martin: «Me veo en el espejo y todavía me quiero»

«Cuando deje de pasarlo bien, me voy para mi casa. Pero ahora me siento mejor que nunca. Si me tomo los cafés necesarios incluso tengo la energía de hace veinte años. Y todavía tengo facciones, no me he metido nada de bótox. Me veo en el espejo y todavía me quiero», dice entre risas, aunque reconoce que tiene que volver al gimnasio. «No voy desde hace un año. Por suerte soy vegetariano y eso me ayuda a mantenerme en forma. Aunque cuando estoy en España no digo que no al jamón. Ya me meteré en problemas con PETA (la famosa organización por los derechos de los animales)».

El cantante ha venido a España acompañado de los dos hombres de su vida, sus hijos, los mellizos Matteo y Valentino, de cinco años. « Tomé la decisión de ser padre cuando estaba soltero . No soy el primero padre soltero y no seré el último», explica. Hace unos meses se lo relacionó con el artista malagueño Pablo Alborán, un rumor que dio la vuelta al mundo . «Yo me metí en el estudio con un joven muy talentoso y nos enfocamos en la música. Claro que nos reímos con los rumores, no íbamos a llorar. Además, no estaban diciendo nada malo. Pero estoy muy bien solo, no hay nada que contar», aclara.

Mientras habla con ABC, sus hijos están estudiando con su tutora francesa en una habitación contigua. «Vienen conmigo a todos lados. Aún con todo el trabajo que tengo, disfruto de más tiempo con mis hijos que muchos padres que trabajan de ocho a seis. Son muy felices viajando conmigo y ya conocen los museos y zoológicos de medio mundo... Las azafatas no dan crédito cuando ven las millas que tienen acumuladas en el programa de viajero frecuente».

Los Martin son una familia moderna, multicultural y trotamundos. Y parece que eso no le pasa factura a los niños. «Mis hijos necesitan estabilidad y esa estabilidad soy yo. No conocen otra cosa. Si nos quedamos mucho tiempo en un mismo sitio me preguntan: ‘‘¿Papá, cuándo viajamos?’’». Y, ¿por quién alentarán en el Mundial de Brasil? «Soy de Puerto Rico, pero he vivido en México, Argentina y Brasil. Tengo nacionalidad española, mi manager es alemán, la maestra de mis hijos es francesa... o sea, no puedo quedar bien con nadie. Pero mi final soñada sería entre Brasil y España o entre Brasil y Argentina. ¡Eso sería una locura!».

Antes de Madrid, Ricky hizo una escala en Viena para presentarse junto a Conchita Wurst, la polémica ganadora de Eurovisión , en una gala benéfica contra el Sida . «Soy fan de Conchita ‘‘Chorizo’’ (risas). La admiro por su talento y por lo que representa. Nos da esperanza porque, pese a las quejas de algunos, ha triunfado. Ha conquistado a todos con su fortaleza, dignidad y talento. Me encantaría hacer un dúo con ella», dice.

Y poco antes de subirse al escenario con la «mujer barbuda», cantó junto a la monja Sor Cristina Scuccia, la sensación de «La Voz» Italia . «Incluso me encantaría cantar para el Papa Francisco y así celebrar la diversidad. Francisco ha hecho muchas cosas interesantes en poco tiempo, ha dado muchos gestos y con humildad. Es muy realista. Ha dicho y ha hecho cosas de impacto, gestos de inclusión. Eso me gusta», reconoce.

Y como no para de pensar en nuevos proyectos, no descarta volver a actuar. La crítica alabó su interpretación del «Che» Guevara en «Evita», el musical de Broadway. «Quiero volver a actuar, quiero hacer cine . Hay un proyecto interesante para comienzos del año próximo, donde me tendré que transformar de una manera intensa. Es lo que estaba buscando». Esa será su enésima metamorfosis.