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Dubái, el remanso de paz y lujo de Maradona

Cobra 4,5 millones de euros al año y vive como un ídolo. Así vive el amigo de Castro mientras su ex novia anuncia que está esperando un hijo del futbolista

Dubái, el remanso de paz y lujo de Maradona rafael p.unquiles

rafael p.unquiles

Diego Armando Maradona tiene en Dubái su remanso de lujo y paz. A 13.700 kilómetros de Argentina despliega una existencia más tranquila y menos convulsa que en su país de origen. Ni programas del corazón ni polémicas futbolísticas. Esas historias, como la que estos días recorre la faz de La Tierra sobre su supuesta nueva paternidad, quedan para territorio gaucho y resto del mundo. No atraen a los medios de comunicación locales.

En Emiratos Árabes Unidos, donde ejerce como embajador deportivo del Gobierno dubaití, el interés se centra en su faceta de ídolo del balón, lo que no quiere decir que en ocasiones salga a la luz su parte más polémica. La última hace tan sólo unos días cuando un ciudadano italiano le reclamó durante un evento que pagara la deuda de casi 40 millones de euros que mantiene con el fisco del país europeo. Explotó.

Vive con su actual pareja, Rocío Oliva, salvaguardado en una mansión y recibe un salario anual de cinco millones de dólares. La casa, situada en la distinguida The Palm Jumeirah, tiene un gran jardín con piscina, jacuzzi y salida directa a una playa privada. Disfruta de seis dormitorios, sala de cine privada, garaje para dos coches, habitaciones para el personal doméstico y para el chofer, seis baños con hidromasaje y una master suite con área de living, balcón con vista al mar, escritorio y amplios vestidores.

En su vida de lujo, a la que suma distintas propiedades en lugares VIP de la ciudad, también hay hueco para jugar al pádel. De hecho es posible verlo con frecuencia en el Emirates Golf Club, unas exclusivas instalaciones donde se dan cita numerosos hispanos.

El astro argentino ha logrado en Dubái una estabilidad que en otros sitios del planeta le resultaría complicado alcanzar. Y además se le quiere y se le venera. Hay cariño en su relación con la ciudad, lo que le suaviza el carácter.

Una de esas ocasiones aún está cerca en el tiempo. Ocurrió durante un encuentro con jóvenes futbolistas colombianos. Repartió sonrisas. Y cautivó cuando habló de su nieto. «Lo único que le pido a Dios es poder verlo jugar al fútbol», aseguró emocionado. Unas palabras que toman fuerza ahora que su expareja Verónica Ojeda ha hecho público que está embarazada del que sería el sexto hijo de Diego Armando Maradona. No habló de ninguno de ellos. El recuerdo sólo fue para Leonel Benjamín, su nieto de 4 años.

Lo próximo es su salto a la televisión como protagonista en el espacio The Victorious, un reality show en el que, junto al ex futbolista español Michel Salgado, será juez. El programa, que tiene como objetivo descubrir al mejor joven jugador de fútbol de la región y en el que participarán destacados craks como Roberto Carlos, Raúl, Alessandro Nesta o Guti, se emitirá en todos los países árabes. La función de Diego será ir salvando a aquellos que considere que tienen condiciones para jugar al fútbol en Europa.

Maradona vuelve a encontrar su sitio. Como él mismo asegura, «a sus 53 años, viejo, con la rodilla rota y patadas por todos lados», por encima de cualquier otra cosa se sigue sintiendo «un jugador de fútbol».

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