«La vida es chula» también en la Gran Manzana
Desigual sorprendió ayer con un desfile lleno de colorido y espontaneidad
A. U.
«La vida es chula» dice la modelo Candice Swanepoel con un leve acento inglés. Y acto seguido rectifica «La vida es chulísima», ante el asombro de los pocos presentes, por su dominio de los superlativos en castellano. «Hablo portugués y todo termina en ... ísima», explica. Para los que no lo sepan, «La vida es chula» es el lema de la firma española Desigual y la modelo sudafricana, 25 años, radiante porque acaba de volver de una vacaciones, es la madrina del desfile de la marca que tuvo lugar este jueves durante la semana de la moda de Nueva York.
«Tienen a todas las mejores modelos,» aporta uno de los fotógrafos de moda locales, mientras retrata a la ex novia de Leonardo DiCaprio, Erin Heatherton, en el backstage, ante la mirada de Karolina Kurkova, que acudió como invitada a la primera fila.
Si hay algo que modelos como Adriana Lima, Bar Refaeli o Irina Shayk destacan siempre de los desfiles de esta firma «made in Spain» es la positividad que tienen sobre la pasarela. Las chicas bailan, sonríen, tiran besos al público, salen de dos en dos de la mano etc. La misma Candice explica: «Normalmente nos piden que pongamos caras serias al desfilar y en Desigual nos piden que sonriamos. Es un desfile divertido. Creo que de esta forma se lanza un mensaje importante a las niñas más jóvenes, que es que hay que ser positivas y divertirse con la moda». Dice de la colección: «Me llaman mucho la atención los estampados. Creo que la ropa de Desigual es para una chica que quiera destacar». ¿Y a ella le gusta destacar, se considera una mujer sexy? Tirando abajo todos los mitos de las top models y su buen despertar, nos chiva: «No me despierto sexy». Y añade bajo carcajadas: «¡Tengo mucha gente ayudándome a ser sexy!», refiriéndose al equipo de maquilladores, peluqueros, estilistas, fotógrafos y post producción de fotos. Asegura ser «tímida y callada», pero explica que se transforma en su trabajo, delante de la cámara o sobre una pasarela. Entre los looks que lució de la colección de otoño-invierno 2014, destaca un vestido de fiesta de brocado dorado, parte de una edición especial diseñada por Christian Lacroix, que también incluía chaquetas bomber y microfaldas de vuelo de la misma tela.
Corazón dorado
Termina el desfile y no sale a saludar ningún diseñador, ya que en esta firma no existe una figura de director creativo al uso. En su lugar sale una modelo con un enorme corazón de cartón dorado en el cual se lee: «Thanks from the designers» (gracias de parte de los diseñadores).
«La vida es chula» también en la Gran Manzana
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