Porfirio Muñoz-Ledo, el antecesor de Cayetano en el corazón de Genoveva Casanova

Se centró en su carrera cuando ella le rompió el corazón. Ahora es la estrella ascendente en la política mexicana y todo un partidazo

Porfirio Muñoz-Ledo, el antecesor de Cayetano en el corazón de Genoveva Casanova juan carlos rojas

martín bianchi

11/01/2014
Actualizado a las 15:07h.

«Es el secreto mejor guardado de Genoveva», advierte un famoso editor mexicano. «Poca gente conoce la historia de amor que tuvo con Porfirio», añade este periodista bien conectado con la high class del D. F.. El exnovio «secreto» de Genoveva Casanova no es otro ... que Porfirio Thierry Muñoz-Ledo Chevannier, un brillante diplomático que la enamoró en París poco antes de que ella conociera a Cayetano Martínez de Irujo. Entonces ella tenía 23 años y él, casi 40. «Genoveva estaba de visita en la capital francesa y él era el jefe de cancillería en la Embajada de México. Desde el primer minuto se entendieron muy bien».

La mexicana y el diplomático tenían muchos intereses en común. Meses antes de desembarcar en Europa, Genoveva trabajó en el centro de investigación del Partido Acción Nacional (PAN), por entonces liderado por Vicente Fox. «A Genoveva le interesaba la política en sus años de universidad. Y el padre de Muñoz-Ledo, Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, era un mito de la política mexicana y también gran amigo de Fox».

La ex condesa de Salvatierra aterrizó en Europa en el 2000 tras ser seleccionada por la Universidad Iberoamericana para un intercambio estudiantil con la Universidad de Sevilla, ciudad en la que vivió los siguientes cuatro años. Llegó de la mano de su hermana menor, Denisse Casanova, para estudiar el cuarto año de Filosofía. Ambas alquilaban un piso en el céntrico barrio de Santa Cruz, cercano a la catedral. El inocente affaire con el diplomático duró unos meses y terminó abruptamente. «Él estaba perdidamente enamorado de Genoveva. Incluso siguieron en contacto cuando ella se instaló en España. Hasta que conoció a Cayetano...», dicen.

A finales de 2000, Casanova conoció al hijo jinete de la Duquesa de Alba en una competencia hípica en Jerez de la Frontera. Comenzaron a salir y pasaron esa misma Navidad en un safari en Kenia . «Porfirio estuvo muy mal tras saber que ella estaba con otro. Por suerte, poco después de la ruptura fue nombrado Embajador en Marruecos y eso le ayudó a olvidar el mal trago», revelan fuentes de su entorno.

Ahora, trece años después de ese romance truncado, el ex de Casanova es uno de los niños mimados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que gobierna actualmente en México. El verano pasado, el presidente Enrique Peña Nieto designó a Muñoz-Ledo Chevannier Representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El nombramiento no estuvo exento de polémica. En 2010, el gobierno mexicano elimió el puesto de Embajador ante la Unesco alegando razones de «austeridad, disciplina y eficiencia presupuestaria». «Ahora, sin mediar argumento de por medio ni explicar si la Cancillería ha superado sus problemas presupuestarios, se ha nombrado a Porfirio Thierry Muñoz-Ledo Chevannier, hijo del político Porfirio Muñoz-Ledo, para ese puesto», denunció la revista «Proceso».

«Porfirio llegó hasta donde está por sus propios méritos. Es un diplomático de carrera», aclara un ex funcionario mexicano. «Pero está claro que el peso de su apellido le ha ayudado. Su padre es un símbolo de la vieja guardia del PRI. Y contar con una nueva generación Muñoz-Ledo en el gobierno es un capital muy valioso para Peña Nieto», añade esta fuente.

Porfirio no se ha casado porque, dicen, se ha centrado en su carrera y en seguir los pasos de su padre, que también fue diplomático. Muchos coinciden en que es uno de los mejores funcionarios del Servicio Exterior azteca. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma Metropolitana del D. F. y Máster en Administración Pública por la London School of Economics, Muñoz-Ledo estuvo adscrito en las embajadas de Gran Bretaña, Irlanda del Norte y Austria antes de trabajar en la delegación mexicana ante las Naciones Unidas. Curiosamente, Casanova también ha participado en numerosas misiones humanitarias de la ONU.