Anne Gravoin: «No podrán conmigo, Manuel es el gran amor de mi vida»

Un 30 por ciento de las mujeres francesas de 20 a 40 años confiesan que «no les importaría» tener una «aventura» con Valls . Detalle que no escapa a la segunda esposa del ministro del Interior: «Manuel merece eso y mucho más. Ahora, muchas mujeres quieren acostarse con él, mi gran amor».

Valls y Anne se conocieron cuando él ya estaba casado , en primeras nupcias, con una compañera de estudios, Nathalie Soulié , la madre de sus cuatro hijos, con quien contrajo matrimonio muy joven (a los 25 años). La pareja duró algo más de veinte años, hasta que Valls se casó con Anne Gravoin el 2010, tras un largo periodo de «pareja de hecho».

Si Valls es uno de los políticos más populares de Francia , poniendo en práctica una política policial aprobada por el 70 por ciento de los franceses , Anne vive muy libremente su vida profesional, en los antípodas: violinista, hija de padre violinista clásico, no asistió a la toma de posesión de su esposo del ministerio del Interior; prefirió seguir su vida laboral, acompañando a Johnny Halliday , con su orquesta.

Violinista clásica desde la adolescencia , rompió muy pronto con todos los dogmas profesionales, para abrirse a la música popular, con mucho éxito. Como acompañante , primero, al frente de un cuarteto y una orquesta propia, después, ha trabajado con Liza Minelli, con Aznavour , con toda la patulea de los músicos franceses poco o nada conocidos fuera de Francia, como Laurent Voulzy, Marc Lavoine, Michel Jonasz...

¿Cómo funciona la vida íntima de una pareja que tiene una vida pública muy agitada? Anne Gravoin lo ve de este modo: «Estamos separados con frecuencia. Y eso nos hace sufrir. Pero, en el fondo, creo que eso es bueno para la pareja. Nos deseamos de cerca y de lejos». Las idas y venidas del ministro y la violinista tienen, en ocasiones, encuentros pasionales. Al final de una recepción, un fotógrafo sorprendió a Valls besando a su esposa... La prensa rosa bombón dijo que era un «beso montado» , detalle que horroriza a la pareja: «Algo puramente estúpido. Amo a mi esposa», dijo Valls, con la gravedad de su lenguaje público . «Chorradas», sentenció ella, mucho menos grave, pero igualmente firme.

El carácter «fusional» de la pareja no deja de tener inconvenientes. L’Express afirmó que Estelle Halliday –esposa del cantante más popular de Francia, en el umbral de los 70– había pedido a Anne Gravoin que «interviniese» ante su esposo, para conseguir un «favor». Valls ha tenido que querellarse judicialmente. La prensa popular afirmó que la esposa del ministro del Interior había «intervenido» ante el prefecto de Policía de París , para «desalojar» a un grupo de pobres de misericordia , sin domicilio fijo, que llevaban varios días «acampando» en la acera del domicilio personal de la pareja, en un barrio «bo-bo» (Bastille). Valls tuvo que intervenir para desmentir que el amor de su vida interviniese de ninguna manera en la gestión de los efectivos policiales de la capital...

La pareja también tiene un sueño común: instalar su lecho conyugal en el Elíseo , algún día.