Gareth Bale sucumbe a los encantos de La Finca, el «búnker» de los futbolistas

El galés, que tiene fama de hombre muy hogareño y familiar , se ha decantado por la vivienda que hasta su marcha a Milán ocupaba el siempre discutido Kaká. Una propiedad, obra del arquitecto Alfonso Azqueta Santiago , de 1.500 metros cuadrados repartidos en tres alturas y construidos sobre una parcela de 5.000, por la que el brasileño desembolso más de siete millones de euros en 2010. El hecho de que estuviera perfectamente acondicionada y lista para entrar a vivir ha pesado en la decisión del flamante jugador del Real Madrid, que pagará por ella alrededor de 12.000 euros al mes , ya que en un principio tiene previsto residir en régimen de alquiler, aunque sin descartar que pasado un tiempo -su contrato con la entidad blanca tiene una duración de seis años- pueda adquirir esa u otra propiedad similar.

Atrás ha quedado su hogar en la ciudad de Essex, donde ha vivido los últimos años al lado de Emma Rhys-Jones , su novia de toda la vida y madre de su única hija, la pequeña Alba Violet, mientras militaba en las filas del Tottenham . Una casa bien distinta a la que Bale disfrutará en la capital de España tras su sonado fichaje.

Atendiendo a consejos

Su nueva residencia, que cuenta con un garaje para seis coches, piscina exterior y gimnasio, está ubicada en Los Lagos - la zona más exclusiva de la urbanización - y situada a tan solo 400 metros de la de Ronaldo. Dos construcciones que, a pesar de la proximidad, son tan diferentes como sus propios moradores. Mientras que la de Bale responde a una arquitectura tradicional , la del astro portugués tiene un estilo mucho más moderno y vanguardista.

Una vez más, y a pesar de la crisis, los futbolistas siguen demostrando que son los clientes ideales para las inmobiliarias. Su necesidad de instalarse y adaptarse a una nueva ciudad les lleva a confiar plenamente en los expertos . Aunque cada uno de ellos tiene sus preferencias y necesidades, la seguridad y la discreción de la zona suelen ser los elementos que más valoran. En el caso de Bale parece ser que también ha sido determinante la cercanía y los consejos de sus compañeros de equipo que le han precedido en su elección por este paradisíaco lugar .

No obstante, no parece ser oro todo lo que reluce. Ya que la irrupción de Joaquín Torres , arquitecto del proyecto y amigo personal de Luis García Cereceda, en los medios de comunicación ha dejado al descubierto algunos aspectos desconocidos hasta el momento que han desagradado a los anónimos propietarios . Incluso cierta prensa del corazón ha llegado a especular con que se estaba produciendo una estampida de inquilinos a causa del deterioro de determinados servicios, en especial la seguridad.

A pesar de todo, la familia de Cereceda -actual propietaria de La Finca- sigue defendiendo las excelencias de la propiedad y asegura que detrás de los comentarios negativos contra la urbanización está Torres, el mediático arquitecto del conjunto que salió por una puerta cuando las herederas e hijas del desaparecido Cereceda entraron por la otra.

Vecino modélico

Desavenencias aparte, lo que está claro es que La Finca ha conseguido desbancar a lugares tan tradicionales y deseados para residir en la capital como eran Puerta de Hierro , Aravaca o La Moraleja . Por eso no es extraño que la elitista urbanización se haya convertido en poco tiempo en la reserva oficial de los jugadores del Real Madrid, no sin antes contar con la aprobación de la comunidad de propietarios, condición indispensable para formar parte de este selecto vecindario.

Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando se hizo público que Cristiano Ronaldo había decidido vivir allí . Acostumbrados a la tranquilidad, pensaron que el fichaje más caro de la historia del fútbol español arrastraría con él a cientos de paparazzi. Sin embargo, la estrella del Real Madrid resultó ser un vecino modélico al que es fácil ver cenando o almorzando en el restaurante Urrechu, situado en el Zoco de Pozuelo , o montando en bicicleta por los alrededores de su casa como un vecino más.