Athina Onassis se desprende de joyas

Nadie sabe los detalles de la gestión de la herencia de Athina Onassis. Se habla de una condición impuesta por los administradores suizos de dicha fortuna, según la cual solo podrá controlarla en su totalidad cuando cumpla los 30 años; es decir, en 2015. Sin embargo, la discreción y el secretismo imperan. Ni Athina ni sus asesores hablan del asunto. Jamás. Solo se sabe que no está interesada en la presidencia ni la administración de la Fundación Onassis en Grecia , dedicada a proyectos culturales y benéficos, cuyo capital inicial fue la herencia que le hubiera correspondido a su tío Aléxandros, fallecido en un accidente de aviación en 1973, cuanto tenía 24 años.

Cambio de vida

Parece que ahora a Athina sólo le interesa su familia y sus negocios hípicos. «Se ha convertido en una excelente amazona» , comenta Léna Levidi, miembro del Comité Nacional de Hípica griego. «La veo con frecuencia, está entregada a la hípica y es muy educada», explica satisfecha de comprobar cómo Onassis se ha recuperado de una grave caída que sufrió el pasado mes de noviembre y que le produjo daños en la columna vertebral .

Athina, quien meses antes de cumplir los 18 años abandonó su hogar suizo para estudiar en Bélgica y dedicarse a la hípica, se ha ido alejado progresivamente de su padre y de su familia grieg a. En especial, tras conocer al apuesto jinete brasileño Álvaro de Miranda Neto, «Doda», diez años mayor que ella . Cuando se casó con Doda en diciembre de 2005, sustituyó el apellido Roussel por el Miranda, que ha añadido al Onassis.

Vive con su marido y con dos adolescentes (Vivianne, de 10 años, y Fernando, de 14) entre Brasil y Bélgica. Vivianne es la hija que Doda tuvo con la modelo brasileña Cibele Dorsa , quien, presa de una depresión, acabó con su vida en marzo de 2011. Poco antes, Gilberto Scarpa, presentador de la televisión brasileña y pareja de Cibele, se había suicidado tirándose por una ventana . El joven Fernando es otro hijo que Cibele tuvo fruto de otra relación y que desde que murió la modelo está al cuidado de Doda. Ambos jóvenes comparten la vida de la pareja Onassis-Miranda, que, sin ser especialmente llamativa, sí es costosa. Sobre todo por las medidas de seguridad que les rodea.

La familia dispone de un p iso de 900 metros cuadrados en Sao Paulo y que dicen que costó más de 6 millones de euros . También han adquirido una casa en Bélgica, próxima a Antwerpen. Cada día, de esa mansión sale un Rolls Royce que lleva a Athina y a su marido al Haras de Ligny en Fleurus (Bélgica) , un centro hípico donde está la escuela del brasileño Nelson Pessoa. También se dirigen con frecuencia a Stal Tops-Valkenswaard, en Holanda, donde está la sede de sus negocios hípicos.

Ahora se sabe que Athina Onassis necesita liquidez y, por ello, ha vendido o está vendiendo parte de su herencia. Es algo que su padre ya hizo años atrás. Desde que alcanzó la mayoría de edad, se ha desprendido de uno de los dos apartamentos de su abuelo situado en el número 88 de la lujosa Avenue Foch de París ; el terreno de Glifada (cerca de Atenas, donde estaba la casa que usaba Aristóteles); parte de la Olympic Tower de Nueva York, el chalet «Crystal» de Saint-Moritz (Suiza) y 4 4 de sus mejores joyas , subastadas a través de Christie’s en Londres. Las joyas pertenecieron a su madre y de su abuela Tina.

Polémica parlamentaria

Las ventas más polémicas están siendo las de las islas de Skorpios y Spárti, en el mar Jónico . De hecho, parece que los abogados competentes han efectuado un arrendamiento a largo plazo para evitar problemas legales, ya que, según el testamento de Aristóteles, ambas islas no podrían ser vendidas fuera de la familia; de otro modo, pasarían a ser propiedad de la compañía aérea Olympic, que en su momento perteneció a Onassis. Pero al haberse nacionalizado dicha compañía y, posteriormente, privatizado, un diputado ha llevado el asunto al Parlamento griego. Desde el ministerio de Finanzas se asegura que se hará lo necesario para proteger los derechos del Estado.

La solución parece haberse encontrado en un arrendamiento: la nueva « inquilina» de Skorpios es Ekaterina Rybolovleva , hija de un poderoso oligarca ruso que podría haber desembolsado más de 117 millones de euros por la operación. Padre e hija han acudido personalmente esta semana a Skorpios a entrevistarse con las autoridades locales para dejar claro que se protegerá el medio ambiente y los intereses de los isleños. Así, Athina habría cobrado una suma millonaria y se ahorraría el mantenimiento de una tierra en la que está enterrada su familia pero que ella se resiste a pisar.