Las charlas secretas entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz
El exalcalde de Marbella revela que habló varias veces con la tonadillera durante el juicio
beatriz cortázar
Dicen que Isabel Pantoja quieren demandar a Julián Muñoz por el libro que acaba de publicar o, más bien, que ha dictado y redactado Miguel Ángel Ordóñez , con el título «La cruda verdad». Sin embargo, una vez visto y leído, ... más bien creo que la cantante puede estar muy contenta por lo bien parada que sale en estas memorias, que algunos presuponían iba a ser la venganza de Julián contra Isabel. Pues no sólo no dice nada en contra de ella, salvo las obviedades que todo el mundo repite, sino que hasta la deja muy bien colocada en ciertos pasajes. Como cuando en sus recuerdos íntimos comenta que la cantante era muy sensual . Como único guiño, Julián dice que cogieron la costumbre de que cada vez que Isabel salía al escenario le ofrecía el pecho para que se lo besara y, por ello, él acudía solícito y dispuesto a que la tradición no se perdiera.
Lo cierto es que Muñoz no cuenta nada que no se supiera, pero sí aclara algunos pasajes, que hasta la fecha se habían negado. Como que conoció a su mujer Maite Zaldívar en un club llamado La Poupé, donde las señoritas que allí trabajaban apenas iban vestidas con una malla, pero apuntando que no se dedicaba a la prostitución. «Además, si hubiera sido prostituta, que no lo fue, ¿a quién cojones le importa?». Sin duda, un comentario muy suyo, que seguramente Maite hubiera preferido que no recogiera en esas páginas.
Encuentros en el tribunal
Lo mejor del libro es lo que no se cuenta y ciertas contradicciones en las que cae. Por ejemplo, cuando recuerda como un día en los pasillos del juzgado donde se llevó el caso del blanqueo de capital, Isabel se le acercó para soltarle: «hay que ver el lío en el que me has metido». «Pero sin mala baba. Luego me lo dijo otro día y, por tercera vez, cuando terminó el juicio, que me lo repitió de nuevo», dice Muñoz. Y tal vez, lo que hace el exalcalde con ello es dejar claro que la relación entre ambos no es tan distante como se creía, sino que sus conversaciones en los pasillos y baños del juzgado a lo largo de todo el proceso han sido más fluidas de lo que la gente pensaba.
Realmente, esta cercanía entre Muñoz y Pantoja es lo más noticiable de un libro con el que el exedil se veía de gira televisiva y entrevistas en medios en un claro intento de lavado de imagen. Y es que solo a él se le ocurre destinar la dedicatoria «a la gente de mi pueblo, El Arenal, y de la ciudad de Marbella», como si nada. A esa Marbella que en sus delirios debe soñar que aún conquista en las urnas , sin recordar los casos que tiene pendiente y por los que se estima se pasará una larga temporada en prisión.
Es como lo del título. Me cuentan que entre los nombres que barajó estaba el de «Volverá». Así, sin más. ¿Volverá él a Marbella?, ¿Volverá Pantoja?, ¿Volverá el dinero a las arcas de ese municipio?. Vaya usted a saber. Lo cierto es que no deja de tener su miga que Muñoz hable de «cruda verdad» cuando se ha dedicado a mentir todo este tiempo. Me huelo que en prisión tendrá tiempo para escribir otro libro , tal vez con más sustancia.
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