El fiscal recurre y pide cuatro años para Ortega Cano por conducir ebrio

En un escrito de veintiún folios al que ha tenido acceso ABC, el Ministerio Público considera probado que el torero conducía bajo los efectos de alcohol y que en ningún momento se rompió la cadena de custodia de la prueba del alcohol realizada al torero esa noche en el hospital. Para ello solicita que la Audiencia de Sevilla realice una vista oral en la que sean citados a declarar tanto el enfermero como el celador del hospital donde fue ingresado el torero la noche del accidente.

Según el fiscal «la defensa ha querido levantar dudas y sospechas absolutamente injustificadas sobre una presunta manipulación de sangre obtenida al acusado, «en un intento desesperado de evitar la condena por conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas.».

Sin embargo para el Ministerio Público «en ningún momento se recogen en los hechos probados ni quien ni cómo ni cuando se produjo una alteración de la muestra de sangre extraída al acusado». Además, según insiste en el recurso, un fallo en el proceso puede anular una prueba, un fallo en la actuación médica descrita puede costar una vida. Por tanto «darle mayor fiabilidad al protocolo establecido por el Ministerio de Justicia que al protocolo clínico de urgencias del hospital es absurdo»,dice.

El fiscal también destaca el testimonio «claro y contundente» del camarero del hotel La Arquería que afirmó que Ortega Cano pidió un güisqui con cola y se lo sirvió en copa de balón o el de la mujer que aseguró en el juicio que el procesado «llevaba una cogorza como un mulo». Además, a juicio del fiscal, la conducción del torero, acosando al vehículo anterior, adelantando en el paso de cebras, tomando curvas sin visibilidad o adelantando a dos coches a la vez, solo pudo estar motivada por «la intoxicación etílica que presentaba en el momento del accidente». La acusación particular y la defensa también anunciaron sus propios recursos.