Príncipe Felipe recuerda lo frágil y vulnerable que es el prestigio de un país

Como portadores de esta distinción se les pide que lleven «con orgullo» el «buen nombre de España a todo el mundo», proyectando el «prestigio» de sus empresas, sus profesionales, las capacidades de inversión que ofrece y su atractivo turístico y cultura, ha explicado el Príncipe de Asturias, que ha presidido junto a su esposa la ceremonia en la Ciudad Financiera del Banco Santander. La princesa volvió a deslumbrar con una falda tubo roja de su diseñador favorito, Felipe Varela y camisa blanca de mangas abullonadas y zapatos de Magrit. Los pendientes son de perlas autralianas.

Junto a ellos, también se ha reconocido como embajadores honoríficos a la científica María Blasco, al presidente de Mango, Isak Andic, y al profesor de la escuela de negocios IESE Pedro Nueno. Los galardonados componen la quinta promoción de embajadores honorarios de la Marca España, una iniciativa que puso en marcha en 2005 el Foro de Marcas Renombradas para distinguir a aquellas personalidades que hayan contribuido a ofrecer una imagen positiva de nuestro país en el exterior.

El Príncipe ha advertido en el acto de «lo frágil y vulnerable» que es el valor del prestigio de una marca o de un país «ante la intensidad y velocidad con las que cualquier información (de cualquier tipo) se propaga a través de los medios y las redes de comunicación global». Por eso ha señalado que «conseguir» que los muchos activos de España sean conocidos y valorados «como corresponde» tanto «dentro como fuera» de nuestras fronteras es «uno de los grandes retos» a los que nos enfrentamos. Entre esos activos, se ha referido al español como «la segunda lengua del planeta», la posición de liderazgo de empresas españolas en sectores como las infraestructuras, las renovables, los sistemas financieros, la asistencia sanitaria o la gestión de los servicios públicos, o «la capacidad de trabajo, creatividad y solidaridad» del pueblo español.

Tener una imagen «fuerte y positiva» es una «ventaja competitiva fundamental», un «escudo frente a la competencia, abre mercados, atrae y retiene talento, refuerza la imagen de fortaleza y solvencia financiera, aumenta la confianza y rentabilidad para los inversores», ha subrayado el presidente del Santander, Emilio Botín, que fue reconocido en 2009 como embajador honorífico de la Marca España y que hoy ha ejercido de anfitrión. Las marcas generan además riqueza y empleo, se ha encargado de destacar el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que ha aportado una serie de datos significativos. Las marcas, ha expuesto, generan seis millones de empleos en nuestro país, suponen en torno al 40 por ciento del PIB nacional y aportan 45 de cada 100 euros generados por las exportaciones. De ahí que haya que "protegerlas y mimarlas", ha justificado.

En nombre de los galardonados ha hablado Antonio Banderas, que ha encandilado al público con un discurso vibrante en el que ha presentado con dosis de humor los méritos que tanto a él como a sus compañeros les han valido esta distinción y ha anunciado, para predicar con el ejemplo, que iniciará los trámites para convertirse en donante de la Organización Nacional de Trasplantes. «Así pues quizá algún día alguien pueda beneficiarse de portar los riñones, el hígado o el corazón del Zorro», ha señalado, esperando eso sí que esto se produzca dentro de «muchos años».

Como nuevos embajadores de la Marca España, los miembros de esta quinta promoción deberán, ha subrayado Banderas, «ser más cuidadosos» con sus comportamientos, con aquello que dicen y hacen, aceptar la «responsabilidad de ser mejores, sin renunciar» al «espíritu crítico», e intentar «no fallar al pueblo» al que pertenecen. «Ese pueblo español lleno de anhelos, contradicciones, deseos, aspiraciones y sueños que tanto está apretando los dientes y luchando en estos tiempos que corren. Ellos son la verdadera Marca España, ellos son España», ha concluido.

En declaraciones posteriores a los medios de comunicación, el actor ha asegurado que en EEUU no se tiene una imagen de España como país especialmente corrupto y ha señalado que cada nación tiene sus propios problemas de imagen, como ocurre con el debate que en EEUU existe en la actualidad sobre la tenencia de armas entre la población. «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra», ha dicho. El actor ha querido lanzar un mensaje de optimismo a aquellos españoles que lo están pasando peor con la crisis -él tiene casos cercanos, ha dicho- recordando que él no tuvo «un duro» hasta los 32 años, cuando consiguió el éxito gracias a que siguió «creyendo» y nunca dejó de «dar pasos».

En línea con Banderas, el chef José Andrés ha reconocido que en los últimos años se ha hecho «un poquito de daño» a la imagen de España, país al que al menos en EEUU se veía como «ejemplo de democracia que había logrado salir de una etapa más bien oscura y que en 20 o 30 años se convirtió en un modelo». «Y parece que de la noche a la mañana con dos portadas mal puestas en un periódico o en una revista esto se ha caído un poco. Pero la imagen de España (en EEUU) es buena», ha asegurado.

A la ceremonia han acudido todos los galardonados, con la única excepción del presidente de Mango, que ha estado representado por el vicepresidente de la compañía.