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El Príncipe Carlos manipuló a sus hijos para ganar popularidad

La BBC emite un polémico documental que había sido vetado por Clarence House

El Príncipe Carlos manipuló a sus hijos para ganar popularidad abc

luis ventoso

La BBC, la prestigiosa televisión pública británica, emitió finalmente en la noche del jueves su documental «Reinventing the Royals», previsto inicialmente para el pasado 4 de enero y paralizado por presiones del Príncipe de Gales. Clarence House, la oficina de Carlos de Inglaterra, pretextó que se iban a emplear algunas imágenes de archivo propiedad de Palacio, que había de otorgar previamente su permiso . Pero según ha trascendido, las trabas se debieron a que Carlos estaba «furioso» por la imagen que de él ofrece el espacio, que lo acusa de llegar a manipular a sus propios hijos para intentar mejorar su popularidad y la de Camilla Parker Bowles, ambos con una pésima imagen tras la muerte de Diana en agosto de 1997.

«Tienes a un hombre calvo de mediana edad y a una princesa increíblemente bella . No hay que ser muy listo para saber quién va a atraer la atención de los medios», explica en el documental la ex jefa de prensa del Príncipe de Gales, Sandy Henney, despedida con frialdad por Carlos en 2000, tras siete años de servicios, acusada de facilitar fotos de los príncipes adolescentes a algunos periódicos, algo que hacía siguiendo órdenes. «Cuando yo llegué, en 1993, su imagen era de mal padre y marido desafecto. Se sentía herido por eso», recuerda Henney, que también asegura que tras la muerte de Diana el enojo del pueblo era tal «que sentí que incluso peligraba la monarquía». Lady Di era «la Princesa del Pueblo» , en palabras del siempre oportunista Tony Blair, y los Windsor, el rancio vestigio de otra época que había amargado su existencia.

Perímetro de seguridad

El accidente mortal de Diana, de solo 36 años, y Dodi Al Fayet en el túnel del Alma de París provocó una revolución en la relación entre los medios y los personajes de Palacio. Los diarios reconocieron que se habían excedido con su marcaje inmisericorde a Lady Di y se establecieron nuevos perímetros de intimidad alrededor de la Familia Real. Por su parte Carlos puso en marcha un plan para recuperar su imagen pública y la de su amante . Se trataba de convertir al marido adúltero que había maltratado a Diana y se despreocupaba de sus hijos en un desvalido padre viudo, atento y cariñoso con los príncipes huérfanos.

Para llevar a cabo ese lavado de cara, el Príncipe de Gales contrató a finales de 1996 como secretario privado a un mago de las relaciones públicas, Mark Bolland, hasta entonces director de la Comisión de Quejas a la Prensa. Bolland, abiertamente gay, muy inteligente y con un nuevo inédito en Palacio, lanzó la que se conoció en Clarence House como «Operación PB» (Parker Bowles). Según el documental, y ahí llega lo duro de digerir para Carlos, en esa agresiva campaña de imagen el Príncipe llegó a manipular a sus propios hijos.

La primera acusación que vierte «Reinventing the Royals» es que el equipo de Carlos filtró al sensacionalista «The Sun» que se había celebrado un privadísimo primer encuentro entre Carlos, Camilla y Guillermo. Bolland lo divulgó para empezar a convertir a Camilla en una realidad asumible para los ingleses. Pero según la BBC, el Príncipe Guillermo se sintió utilizado y se enfadó enormemente .

Otro golpe turbio de Bolland, bendecido por su jefe, fue animar entre bambalinas la publicación del libro « Carlos: ¿Víctima o villano? », de Penny Junor, un ajuste de cuentas con Diana, publicado al año siguiente de su fallecimiento. Allí se la acusaba de telefonear a Camilla con amenazas de muerte y de haber sido la primera que había incurrido en una infidelidad. En el documental de la BBC la biógrafa reconoce que aunque el libro no era autorizado por Palacio, sí contó con la ayuda y el apoyo de la oficina de Carlos para acceder a muchos detalles que ayudaron a desmontar a Diana .

Pero el episodio más grave que se ha revelado en el programa es cómo utilizó el equipo del Príncipe las francachelas de su hijo Harry. En 2002 el adolescente fue sorprendido en un pub fumando cannabis con sus amigos y evidentemente ebrio, algo que empezaba a ser un pasatiempo habitual. Como castigo, su padre lo envió a un centro de rehabilitación de toxicómanos, para que observase de primera mano los estragos de las drogas. Lo que hizo Bolland fue contar la reacción de Carlos al diario sensacionalista «News of the World», pero cambiando el orden de los hechos, a fin de enfatizar la condición de padre ejemplar del Príncipe. Es decir: Harry ya había sido castigado semanas antes con el centro de rehabilitación, pero Bolland vendió la medida de nuevo, como si se fuese a tomar al destaparse públicamente la fiesta del pub. Los problemas de su hijo se convertían así en una buena historia para Carlos.

«Harry sabía que había hecho algo incorrecto y que le había fallado a la gente. Pero estaba bastante enojado, porque las cosas no ocurrieron como se dijo», resume el periodista Tom Bradby, que tiene buena entrada en el palacio de Kensington.

Imágenes lucrativas

La traca final que llevó a intervenir a la Reina llegó cuando Carlos y su hermano Eduardo se enzarzaron en los tabloides después de que la productora de televisión del segundo, Ardent, se intentase lucrar con imágenes privadas de su sobrino en St. Andrews, la universidad escocesa donde estudiaba. El equipo del Príncipe de Gales hizo comentarios a los tabloides sobre lo sucedido y alguno no se cortó en titular que Carlos había llamado «jodido imbécil» a Eduardo. Alcanzado ese nivel de espectáculo, Isabel II dio una palmada en la mesa, Bolland fue despedido y se volvió a una relación más tradicional con los medios, más lejana y desapegada. Lo cierto es que Bolland, que luego se desahogó despellejando a «los Royals» en unas columnas vitriólicas en el «News of the World», logró lo que le pedía su jefe. A su llegada la popularidad de Carlos estaba en el 20%. Cuando lo echaron, en 2002, era ya del 70% y hasta Camilla comenzaba a hacerse un sitio, aunque fuese a codazos, en el corazón de los británicos.

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