Fathe Pur

Un restaurante indio cuyo nombre responde al de una mítica ciudad de aquel país. No es un sitio fashion. Dos modestos comedores, camareros indios, pero platos muy auténticos y a precios contenidos. La india es una cocina con mucha personalidad, que se basa en sabores y en aromas y cuya clave está en las especias, naturales y muy aromáticas. Aquí está representada en todas sus elaboraciones tradicionales. Entre ellas algunos tandoor de pollo, cordero o pescado adobados previamente con hierbas y especias y hechos en hornos de barro. Pero lo que destaca en esta casa son los curries. Se ofrecen nada menos que 35 diferentes, de pollo, cordero, ternera, pescado y verduras. Todos resueltos con corrección y con distintos grados de picante, aunque tienden a ser bajos para no agredir a los paladares españoles. Los mejores son los de cordero, especialmente el que hacen al estilo Madras, con la carne macerada previamente y ligeramente picante, y el clásico vindaloo, más potente y muy sabroso.

Para los vegetarianos, el curri de garbanzos es una opción, y original el dhansak de pollo, guiso con ajo, piña, lentejas indias y salsa agridulce. Para empezar, entrantes tradicionales como las samosas y las pakoras. La sopa de lentejas, ingrediente muy popular en la India, resulta agradable, bien especiada y con un toque fresco de cilantro. Toda la comida se acompaña con pan (el nan), que se hace plano y al horno. Aquí ofrecen el clásico (2,50), pero también con ajo, con queso, con cebolla, con frutos secos… Utilizan además salsas especiadas. En la mesa encontrará algunas, pero si las quiere picantes tendrá que pedirlas. Como postres, el mango lassi, mezcla de yogur y zumo de mango, o el tradicional kulfi, helado de frutos secos. Pocos vinos y nada atractivos. Lo mejor, alguna cerveza india.

No cierra.