Michael Schumacher

Michael Schumacher

Alemania

Lugar de nacimiento:
Hürth-Hermülheim

Fecha de nacimiento:
3 de enero de 1969

Equipo 2012:
Mercedes

Campeonatos: 7

Podiums: 154

Puntos: 1517

Participaciones: 288

Mejor final: 1(x91)

Mejor parrilla: 1(x68)

Michael Schumacher afronta esta temporada su tercer año como piloto de la escudería Mercedes, y posiblemente la última en la Fórmula 1. Esta nueva juventud del 'káiser' no está siendo lo idílica que su historia hacía pensar, ya que cerró los dos últimos años sin ni siquiera llegar a un podio, algo que no había ocurrido nunca desde su debut.

La vuelta del piloto con más títulos en la historia de la Fórmula 1 no se produjo, no obstante, por afán de éxitos. ¿Qué más podría ansiar el hombre que lo ha ganado todo en la máxima categoría del automovilismo? El mayor de la familia Schumacher dejó su retiro en Suiza, sus partidos de fútbol y el campeonato alemán de superbikes por pura pasión por las carreras de coches. Y es que Michael está muy lejos de aquellos que se conocen los circuitos gracias a los simuladores o los videojuegos. El piloto más laureado de la historia (récord de victorias, de pole positions, de vueltas rápidas y, evidentemente, de campeonatos del mundo) es un perfeccionista, maniático hasta el extremo y un purista del automovilismo.

En Ferrari es poco menos que considerado una deidad, y no sólo por lograr la época más exitosa de la larga historia del 'cavallino rampante', sino por su manera de trabajar, que ahora elogian en Mercedes AMG F1. Aún a día de hoy es capaz de bajarse del coche, atarse el mono a la cintura y echarle las horas que sean necesarias a analizar datos y variantes de telemetría hasta mejorar una décima. Eso, sin contar con que supervisa personalmente la puesta a punto: desde el equilibrado de las ruedas hasta los grados de inclinación del alerón para la salida de la carrera.

No obstante, todo lo que tiene de grandísimo piloto, muchas veces se ha visto empañado por algunas acciones, cuando menos, polémicas. La más reciente fue su fea maniobra sobre su excompañero Rubens Barrichello, en el Gran Premio de Hungría de la pasada campaña, en el que por evitar que el de Williams le adelantase, le cerró hasta casi estamparle contra el muro, sin consecuencias físicas para ninguno de los dos, pero sí con una sanción de diez posiciones para el Gran Premio siguiente para el heptacampeón. Esa ha sido su última muesca de lo que algunos llaman picardías y otros, directamente, trampas. Nadie olvida su acción sobre Damon Hill en 1994, cuando echó de pista al británico para que no le arrebatase su primer título mundial, y por el cual se fue sin sanción, algo que intentó repetir en 1997 con Jacques Villeneuve y que, por reincidente, le costó la expulsión y el subcampeonato. En su último años en Ferrari, 2006, se recuerda su 'aparcamiento' en La Rascasse durante la clasificación del Gran Premio de Mónaco, con el objetivo de evitar que Fernando Alonso se hiciese con la pole position.

Cumplidos ya 20 años desde que aquel alemán proveniente de la Fórmula 3 sustituyera a Bertrand Gachot a los mandos de un Jordan para el Gran Premio de Bélgica, porque el galo se había peleado con un taxista, la llama de Schumacher se empieza a extinguir de la hoguera de la Fórmula 1. Dos décadas marcadas por un piloto que lo ha ganado todo, que ha dejado en 'pocos' los cinco campeonatos de Juan Manuel Fangio y que quiere despedirse a lo grande. ¿Podrá demostrar que no sólo es un exótico recuerdo de finales del siglo XX? ¿Será capaz de despedirse con la dignidad en pista que, por su palmarés, merece?