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El adiós de Carlos Totorika, el alcalde de la Ermua de Miguel Ángel Blanco

El alcalde, que trató de extinguir con sus propias manos el incendio de la sede de Batasuna el día en que fue asesinado Miguel Ángel Blanco, anuncia su retirada tras 27 años al frente de la corporación. «ETA se equivocó mucho cuando vino a Ermua. Quería imponernos su terror y, al contrario, superamos el miedo»

Totorika, a la izquierda de la imagen, tratando de extinguir el incendio de la sede de Batasuna el 12 de julio de 1997

EUROPA PRESS

El alcalde de Ermua, Carlos Totorika , ha anunciado su retirada de la vida política recordando a Miguel Ángel Blanco , concejal del PP de esta localidad vizcaína, secuestrado y asesinado por ETA en julio de 1997, y poniendo en valor las movilizaciones que se produjeron, primero para pedir su puesta en libertad y después en protesta por su asesinato. «Aunque nos robó la vida de Miguel Ángel, no nos robó la dignidad, la libertad, y en aquellas movilizaciones, a pesar de que se decía que no merecían la pena, sí merecieron la pena, como el tiempo nos ha dicho», ha destacado.

En una rueda de prensa celebrada en el Ayuntamiento de Ermua, Totorika ha manifestado que «ETA se equivocó mucho cuando vino a Ermua. Quería imponernos su terror y, al contrario, superamos el miedo, la indiferencia que había en aquel entonces y creando la ilusión de que se podía acabar con ETA».

Totorika, al frente de la corporación municipal los últimos 27 años , ha dicho que su salida de la política es una decisión «largamente pensada», y que le toca echarse «a un lado» para que una nueva generación de políticos asuma los retos que tiene Ermua.

Miguel Ángel Blanco, en el recuerdo

Respecto al secuestro y posterior asesinato de su compañero de Corporación, Miguel Ángel Blanco , que murió en la madrugada del 13 de julio de 1997, ha recordado que «en Ermua no estábamos dispuestos a estar quietos, a permanecer callados». «Al contrario, creemos que en aquel momento tocaba hacer, e hicimos lo que desde nuestra responsabilidad como personas y, desde la dignidad humana tocaba, que era no mirar para otro lado, no permitir que, además de asesinarle, se nos impusiera, a través del miedo y del terror, un proyecto político, que era el objetivo de ETA», ha aseverado.

Su imagen, extintor en mano, apagando el fuego de la sede de Batasuna el día que fue encontrado el cuerpo de Blanco, herido de muerte, dio la vuelta al mundo. «Quise decir que la democracia se hace desde el respeto. El odio no llegó a la calle y gracias a ello, Ermua no se dividió».

Según ha recordado, en Ermua no se respondió «con silencio» , sino «con movilizaciones», por lo que querido tener un recuerdo y un «enorme agradecimiento» a los «muchísimos ciudadanos que se atrevieron, que salieron a la calle y que, con esas movilizaciones, superaron el miedo y crearon expectativas reales , esperanza, de que con ETA se podía acabar, porque existía una especie de paradigma de que sólo se podía ceder ante ETA y de que ETA no tenía fin».

El primer edil socialista ha tenido palabras de «agradecimiento y recuerdo» para el concejal popular asesinado, los ciudadanos de Ermua y los concejales que «aguantaron y superaron ese miedo». «Superándose como personas crearon la expectativa o la oportunidad de que fuésemos capaces de derrotar a ETA », ha dicho.

Los motivos de su marcha

Totorika ha manifestado que empezó en la política en el año 1991 y que su retirada es «algo mucho tiempo pensado». Cuando empezó, ha señalado, pensó que la política era «útil» , que él «podía ser útil», y que podía ser «útil» siendo alcalde de Ermua. «Creo que se pueden mejorar las cosas. Creo en la política, por eso estoy en esto», ha apostillado.

Tras 27 años al frente de la corporación de Ermua , ocho de ellos gobernando con mayoría absoluta, ha justificado su retirada señalando que en política no solo hay «que saber entrar», sino que también hay que tener claro cuando toca salir, «y a mí me toca salir».

«Lo dejo con emociones encontradas, positivas y negativas . Ha sido un importantísimo honor, una satisfacción enorme y un trabajo importantísimo. Me toca echarme a un lado para que haya una nueva generación que asuma los retos de Ermua», ha incidido.

En su despedida, ha estado acompañado por su compañero de partido y secretario general de los socialistas vizcaínos, Mikel Torres, quien ha dicho que, para los socialistas vascos, ha sido «un privilegio y un honor» que les haya representado todos estos años. «Gracias compañero por este largo viaje», ha agradecido.

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