Hazte premium Hazte premium

Sucesos

El vídeo de la agresión a cuchilladas del ultra del Atlético: «¡Nacho, vale ya, es un niño!»

ABC ha tenido acceso a las imágenes y el audio de la reyerta en el bar El Rifle, junto al estadio Wanda, donde ocurrieron los hechos el pasado

Carlos Hidalgo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las cámaras del bar El Rifle captaron las imágenes y el audio de la salvaje reyerta a navajazos de un peligroso ultra contra un joven del Frente Atlético , el pasado 17 de noviembre por la tarde, minutos antes del inicio del partido de Copa del Atlético con el Sevilla.

ABC ha tenido acceso a ese documento audiovisual, en el que se aprecia cómo, pese a la virulencia de las lesiones (la víctima recibió tres cuchilladas y tuvo que ser operado de urgencia), nadie parece percatarse del resultado de la pelea. Es más, los propios camareros del bar se sirven una copa cuando el lesionado sale como puede en busca de ayuda y el agresor escapa.

Solo un par de clientes se atreven a mediar en la gresca , incluso llegando a intentar placar al salvaje atacante. Se les escucha gritarle:

-¡Anda, tío!

-¡Vale, vale!

-¡Es un niño, es un niño, Nacho! ¡Vete con ellos!

El suceso ocurrió a las 18.40 horas en el local, muy cercano al Wanda Metropolitano. El presunto homicida en tentativa es Ignacio Racionero Fernández, alias «Nacho el Raciones» quien fue detenido pocas horas después por la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, a las 00.45 horas.

Este sujeto, de 40 años, ya fue arrestado por la muerte del hincha de la Real Sociedad Aitor Zabaleta , ocurrida en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón en diciembre de 1998. Era miembro de la rama neonazi y racista del Frente Atlético, denominada entonces Bastión. Tras declarar esta semana pasada ante el juez, fue enviado a prisión provisional.

EL Rifle es un punto de encuentro de integrantes del Frente Atlético. Uno de ellos era Fernando, de 22 años, la víctima, considerado por los agentes «un cachorro» de estos ultras y que se encontraba borracho. El encartado y él se conocían de antes. Ignacio Racionero entró drogado y buscando bronca.

El motivo de la discusión, supuestamente, fue una chica llamada María , a la que se buscó para tomarle declaración. El Raciones» sacó una navaja y se la clavó tres veces al chaval, en un muslo, un brazo y la espalda. Luego, huyó a la carrera y por el camino arrojó entre unos setos de un parque infantil una navaja, supuesta arma homicida. Fue hallada por la Policía poco después del suceso, junto a un cuchillo; aunque este segundo instrumento no está claro que fuese utilizado por «El Raciones», ya que podría estar allí tirado desde antes.

Fernando, al verse agredido, imploró a otro miembro del Atlético: «¡Protégeme! ¡Protégeme!» . Salió a la calle y se acercó a pedir ayuda los antidisturbios allí desplegados. En un primer momento, explicó que había sido víctima de un atraco; pero luego reconoció la pelea con «un tal Nacho». Los testimonios iniciales solo proporcionaban el nombre de pila. El Samur halló a Fernando en un banco junto a la boca del Metro.

Las grabaciones de las cámaras del bar y el testimonio de los testigos ayudaron a identificar al sospechoso , de complexión fuerte y rapado. Aún conservaba las ropas ensangrentadas. Fue arrestado a las en su casa, cerca de Alonso Martínez (Chamberí), donde vivía con su madre, de 82 años.

Atracos a farmacias

«El Raciones» fue arrestado en 1998 por la muerte de Aitor Zabaleta, junto a Ricardo Guerra y otros individuos, todos neonazis. Éél y Guerra entraron en prisión provisional; finalmente, por el crimen solo fue condenado este último, a 17 años. Muchos le señalan como un «cabeza de turco» y se especuló con que el autor material fue Racionero . Pero solo le condenaron por desórdenes públicos. La Fiscalía no consideró que Bastión fuera una asociación ilícita. A raíz de aquella sentencia, en 2001, el club le retiró el carné de socio. En 2005, junto a otros radicales, «reventó» uno de los entrenamientos del Atlético en su ciudad deportiva del Cerro del Espino (Majadahonda).

Ese año entró en la cárcel, con sentencia firme, por robos a punta de navaja. Al menos, cometió tres, algunos a farmacias, y se lamentaba: «Me han metido en el trullo por solo 600 euros» .

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación