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El reto de Garrido: más Metro, mejores accesos por carretera, «parkings» disuasorios y regular las VTC

La Consejería de Transportes, de la que dependen millones de viajes al año, prepara un ambicio plan de infraestructuras para la región

Los andenes del metro repeletos de usuarios ÓSCAR DEL POZO
Sara Medialdea

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El área de Transportes es un caramelo para cualquier Gobierno: algunas de las políticas más lucidas se pueden llevar a cabo desde ella. Pero también es un arma de doble filo: si no funciona, es el caos. Más de 1.500 millones de viajes se realizan cada año en los transportes públicos dependientes de la Comunidad de Madrid. Tras la mesa del despacho del consejero de Transportes se sienta ahora Ángel Garrido , ex presidente regional. A él le corresponde cumplir con algunas de las promesas más populares del gobierno bicolor de Madrid: más bus-VAO , nuevas estaciones de Metro , apertura de este transporte 24 horas al día o una red de aparcamientos disuasorios.

Variante de la A-1: aún a la espera

Los cambios de Gobierno dejan en el aire muchos proyectos, iniciados por un Ejecutivo y retomados, o no, por el siguiente. Ocurrió en Madrid con la variante de la A-1, una vieja reivindicación de quienes utilizan esta autovía de acceso, cada vez más saturada y donde es necesaria desde hace años una acción para descongestionar. El último Gobierno de Rajoy dio luz verde a un proyecto que incluía hacerla, entre el kilómetro 26 de la actual A-1, a la altura del circuito del Jarama, hasta el eje Aeropuerto- M-12. También se aprobó ampliar en tres carriles algunos tramos. Pero la moción de censura acabó dejando el proyecto sobre la mesa, a la espera de las decisiones que tomara sobre él el nuevo responsable de Fomento.

La fórmula que se ha elegido, y que está tramitándose, es una variante «light» que sólo incluye ampliar de los actuales dos carriles a tres en el tramo comprendido entre el circuito del Jarama y la localidad de El Molar , y más vías de servicio, con un presupuesto de 170 millones de euros . El Boletín Oficial del Estado del 30 de abril recogía la aprobación por Fomento del expediente de información pública y del estudio informativo de dicha variante. Ángel Garrido protestó ante el Gobierno central, como presidente regional, en todas las ocasiones que tuvo, reclamando la actuación prometida. Ahora, tendrá que seguir haciéndolo como consejero de Transportes.

Los bus-VAO: pendientes de otras administraciones

En su discurso de investidura, la presidenta Díaz Ayuso prometió que, con el impulso del Gobierno de España, se construirían carriles reservados para el transporte público en varias autovías: la A-2, la A-3, la A-5 y la A-42. En la mano del consejero está fomentarlos y reclamarlos y, en algunos casos, coordinarse con las otras administraciones para llevarlos a cabo.

Es lo que pasa con el previsto para la A-2, también pendiente de la firma de un convenio entre Fomento , la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid desde hace años, aunque ya estaba diseñado y contaba con un novedoso sistema de Gestión Inteligente de la Carretera que permitía que el carril reservado fuera reversible y se activara o no para uso público en función de las necesidades.

Este carril de 19 kilómetros está pendiente de una firma entre tres administraciones que aún no se ha materializado, pese a lo útil que sería para los ciudadanos. No es el único: también en la A-3 el Consorcio Regional de Transportes ha pedido un carril bus-VAO que esté funcionando en 2025. Es una idea que todavía está en estado embrionario y que también deberá desarrollar el nuevo consejero de Transportes. En la A-5 y la A-42 también quieren contar con bus-VAO. En el primero de los casos, se ha concretado por parte de la Comunidad la intención de que vaya desde Móstoles a Príncipe Pío.

Más metro: nuevas estaciones y apertura 24 horas

El Gobierno bicolor tiene la intención de iniciar la construcción de nuevas estaciones de Metro . Por un lado, se ha prometido ampliar la línea 3 hacia el sur, para que conecte con Metrosur . El proyecto aún está en vías de concretarse, ya que en campaña fue una promesa tanto de Ciudadanos como del PP, pero mientras los primeros planteaban la estación en Los Espartales, uniendo Villaverde con Getafe, los populares proponían hacerlo por la estación de El Casar.

Otra línea que podría crecer es la 11: ahí se quiere incluir cuatro nuevas estaciones, con un presupuesto de 300 millones de euros . El proyecto ya superó, durante el anterior mandato, la fase de información pública previa a la evaluación de impacto ambiental.

Serían 6,3 kilómetros más de Metro, en la línea que une La Fortuna con Plaza Elíptica. Incluiría estaciones en el entorno de Madrid Río, se acercaría luego a Palos de la Frontera, donde conectaría con la línea 3 del suburbano y seguiría su camino para conectar también con la estación de Atocha Renfe (línea 1, Cercanías y Alta Velocidad), finalizando en Conde de Casal (línea 6). Hay aún una tercera iniciativa: la de llevar el Metro hasta Valdebebas, extendiendo la línea 5 hasta Barajas y conectando desde allí con el nuevo barrio del norte de Madrid.

Pero, además, Garrido tendrá que encargarse de otra labor: conseguir que el Metro funcione con la eficiencia de antaño, mejorando frecuencias y evitando las aglomeraciones actuales y sortear el problema de los trenes retirados a consecuencia del plan de desamiantado. Todos estos elementos son puntos en contra de otra de las grandes promesas de este Ejecutivo: la apertura 24 horas del Metro los fines de semana . Los sindicatos del servicio de transporte dicen que con los actuales recursos humanos y materiales, no es posible. Al consejero le tocará demostrar lo contrario.

Nuevo intercambiador: en Conde de Casal

Esta obra está muy vinculada a la ampliación de la línea 11 , ya que sería su remate: un intercambiador en la avenida del Mediterráneo, con dos niveles sobre rasante y un paso subterráneo extendido hacia la M-30. Tendría acceso a autobuses urbanos e interurbanos, al Metro y una extensa zona comercial.

Este intercambiador es una vieja idea que se acaricia en los despachos de la Comunidad de Madrid desde hace más de diez años, primero como infraestructura soterrada y luego en superficie .

«Parkings» disuasorios: una antigua promesa

La posibilidad de regar las entradas a la capital con una completa red de aparcamientos disuasorios lleva tiempo planteándose, pero le está costando materializarse. A Ángel Garrido le toca también lidiar este toro. La última promesa conocida, precisamente durante su mandato como presidente regional, hablaba de un centenar de estacionamientos con capacidad para 40.000 vehículos , repartidos en puntos estratégicos de la región.

El plan, se decía el verano pasado, tardaría unos diez años en desarrollarse. La primera fase consistiría en acondicionar los que ya existen en estaciones de ferrocarril y otros emplazamientos; solventar problemas como la seguridad y habilitar algún modo de que los usuarios del transporte público puedan utilizarlo de forma gratuita son claves para que, una vez que se construyan, los viajeros hagan uso de ellos.

Plan de Movilidad: coordinación

Coordinar a las distintas administraciones municipales y la regional para que las inversiones en infraestructuras de transporte sean lo más eficientes posibles es el objetivo que se ha fijado el consejero de Transportes. Para ello, está previsto redactar un plan a diez años que marque las líneas generales a seguir en este campo de ahora hasta 2030 . Materias como el transporte o la lucha contra la contaminación deben abordarse de forma coordinada entre los diferentes territorios de la región o no serán eficaces, según la filosofía del Gobierno bicolor.

El plan de Cercanías: a la espera

Si el Metro es fundamental para el transporte en la ciudad y en la corona, la red de Cercanías es absolutamente imprescindible para que Madrid no se pare. De ahí que desde la consejería de Transportes tengan como uno de sus objetivos convencer al Gobierno central de que acometa las actuaciones necesarias para la modernización de la red y la dotación adecuada, tanto de trenes como humana, de este servicio.

Las quejas de los usuarios, aireadas periódicamente por la prensa, dan fe de una situación de carencia de mantenimiento que se ha traducido, con el paso del tiempo, en averías e incidencias que provocaban retrasos y molestias. Ya se están acometiendo algunos trabajos como la imponente obra en el túnel de Recoletos. Pero falta por materializar buena parte del Plan de Cercanías que se aprobó con la anterior administración.

Taxis y VTC: Garrido, la bestia negra

Aunque las huelgas de taxistas que asolaron Madrid durante el inicio del año casi estén olvidadas por el común de los ciudadanos, el problema latente sigue ahí: la dificultad de este colectivo para adaptarse a las nuevas reglas del juego que han surgido a raíz de la competencia -ellos entienden que desleal- de los vehículos de alquiler con conductor, las VTC.

Garrido, entonces presidente de la Comunidad, se enfrentó con mano de hierro al conflicto y no cedió ni un milímetro en su postura, ahogando con ello al sector del taxi, que tuvo que terminar desistiendo del paro porque les era imposible mantenerlo por más tiempo. Pero si la huelga terminó, el problema no se ha disuelto: sigue pendiente una regulación de las VTC y dar a los taxistas salidas que permitan sobrevivir a un colectivo que es parte de la ciudad.

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