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La presidenta se enroca en Sol, y su hermetismo descoloca al PP

Inquietud entre los dirigentes madrileños ante el abismo de la inminente moción de censura

Cristina Cifuentes anuncia su dimisión

Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid COMUNIDAD
Sara Medialdea

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«Al día 2 llega; dalo por hecho». Con la misma rotundidad, varios dirigentes populares coinciden en afirmar que la presidenta ha emprendido un camino de una sola dirección : hacia adelante. Pero al parecer, «sólo se comunica con su núcleo duro, con muy poquitas personas. Hacia afuera, el hermetismo es absoluto». Tanto silencio e incertidumbre está provocando inquietud entre decenas de dirigentes del partido, porque «no sabemos nada; no nos cuentan nada; la gente está descolocada».

La presidenta no parece tener intención alguna de tirar la toalla: «Voy a cumplir con mis obligaciones hasta el final» , afirmaba ayer. Así, «enrocada», en definición de un alto cargo regional, es como ven ahora sus compañeros de partido a Cifuentes.

«Enclaustrada»

Hay quien no descarta una dimisión in extremis, el 3 o 4 de mayo. Aunque también aquí se basan en su instinto, dado que «la presidenta está enclaustrada sólo con sus más íntimos» , y fuera de ese círculo virtuoso, apenas fluye la información.

Y mientras, «los días pasan, y la gente está preocupada»: el 7 de mayo es el plazo para la celebración de la moción de censura , y aunque el reglamento no es explícito en cuanto a los plazos, se espera un plazo de cortesía de unas 48 horas desde que se anuncie la fecha del pleno de debate hasta que éste se celebre. Lo cual, teniendo en cuenta los festivos que hay por medio, deja únicamente cuatro días de plazo, hasta el 30 de abril o el 3 de mayo.

Muchos temen que triunfe la tesis de que Cs «pague en las urnas el precio de mandarnos a la oposición»

En el PP de Madrid lo tienen claro. «Este tema se ha ido a otros ámbitos; no es sólo el control de Madrid», indican miembros del Gobierno regional. No obstante, pocos confían en que Mariano Rajoy tome cartas en el asunto. Más que nada, explican, «porque le conocemos; y si lo hace, será el último día, en el último momento». Otros sectores, sin embargo, ven al presidente «muy convencido» de aguantar.

Muchos populares madrileños temen que triunfen las tesis que ha mantenido hasta ahora la secretaria general del PP nacional, María Dolores de Cospedal: aguantar el tipo, y «que Ciudadanos pague en las urnas en 2019 el precio de mandarnos ahora a la oposición».

Quienes defienden esto también ven posible que para entonces Cifuentes vuelva a ser candidata, una posibilidad que otros sectores más pegados al terreno en el partido ven absolutamente inviable. El «mastergate», siendo «un tema absolutamente menor, la ha achicharrado políticamente», señalan.

«Si dejamos al PSOE un año levantando alfombras, aunque sea falso, el ruido lo hacen»

Temen además lo que puede ocurrir si finalmente Cifuentes no dimite y el partido no la fuerza a hacerlo. Es decir, si triunfa la tesis de los que se sienten humillados y ofendidos por la formación naranja, y rechazan que los de Albert Rivera les marquen «quiénes tienen que dimitir y quiénes no». Si se ve el órdago de Cs, «hay 250 personas que se van a ir a la calle, y el partido se haría polvo también».

Porque a juicio de muchos de los consultados por ABC, la salida de la presidenta de la Comunidad llevaría aparejado también su abandono de la dirección del PP de Madrid. Un paso que pondría en cabeza del partido al actual secretario, Ángel Garrido , que también es su número dos en el Gobierno regional.

Otros responsables con antigüedad en el partido alertan sobre el triple peligro de permitir un ejecutivo del PSOE, en caso de ir a la moción de censura. «Por un lado, se quedarían gobernando durante el fin de la legislatura, que es cuando se presentan los proyectos más trabajados; en segundo lugar, Ángel Gabilondo no es un señor que da miedo. Y por último, si le dejamos un año levantando alfombras, aunque lo que saquen sea falso, el ruido ya lo hacen, y eso nos puede hacer mucho daño», reflexionan.

«Los Oscar»

Así las cosas, nadie duda de que la recepción del 2 de Mayo en la Real Casa de Correos va a concitar una expectación brutal: «Va a ser como la entrega de los Oscar ».Hay, dicen, dos posibilidades abiertas ahora. Una, que Cifuentes de un paso atrás, lo que al menos salvaría el Gobierno, aunque la moral de los populares quedara maltrecha por la ofensa de Ciudadanos.

La segunda es que la formación naranja no apoye a los socialistas y a Podemos en la moción de censura. «Me consta que están deseando que pase algo para no tener que votar con ellos», señala un dirigente popular. Pero este frenazo de Cs, reconocen, es improbable porque «si lo hacen, están muertos ». Es más, el «mayor interesado en mantener el órdago es Ignacio Aguado; este escenario le ha abierto el camino para repetir como candidato, algo que antes era dudoso».

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