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«Overbooking» en los museos por vacaciones

Las exposiciones temporales son el «imán» que atrae a nativos y turistas

Un grupo de visitantes frente a «El Guernica» MAYA BALANYA

Beatriz Sevilla

Satisfacer la curiosidad, visitar las exposiciones temporales y ocupar el tiempo de ocio son –en ese orden– los motivos que llevan a muchos a atravesar las puertas del Museo Reina Sofía . Así se desprende de un estudio realizado por el propio centro. Y pese a la «huida» de miles de madrileños –que en estos días cambian la capital por sus destinos turísticos–, el museo logra batir récord de visitas en pleno agosto .

Ya lo hizo en 2015 al vender 335.015 entradas en estas fechas, bastantes más que las 271.420 que se despacharon de media anual. Este verano el Reina Sofía aspira a mantener e incluso mejorar esa marca. Lo ha conseguido en julio, con 321.000 visitantes (64.323 más que en el mismo mes del curso anterior). Y es que El Guernica , su obra maestra, congrega miradas en cualquier estación del año.

Por otro lado, fuentes del museo explican que en época estival « la gente se anima a salir más », pero «también depende mucho de las exposiciones que tengamos, y en estos momentos hay un par bastante buenas». Se trata de « Campo Cerrado », que revisa el arte español generado en las primeras décadas del franquismo; y « Wifredo Lam ». Por la colección de este pintor cubano se pasean Ana y Graciela, dos argentinas. « Venimos una vez al año a Madrid y la visita a los museos siempre es obligatoria », dice una de ellas. Cerca observa un cuadro Dominique, un francés que se ha trasladado a la capital este fin de semana « expresamente » para ver museos. «Me alojo adrede cerca de Atocha; así estoy al lado de los tres más grandes», comenta refiriéndose también al Thyssen y al Prado .

Este último, en el Paseo del mismo nombre, también está «a reventar» durante el octavo mes el año. Eso opina Ana, una joven madrileña que aguarda en una cola que da la vuelta a la manzana . No está dispuesta a perderse la exposición sobre el centenario de El Bosco . No en vano, las pinturas del holandés se han convertido en un imán para el público. Las cifras lo corroboran: junio –cuando se expusierona l público– ha sido el mes de mayor venta de entradas ( unas 299.175 ) y, a falta de datos oficiales, parece que julio y agosto seguirán la misma línea.

Otros museos de menor tamaño también se llenan cada verano. Para el Sorolla , en el Paseo del General Martínez Campos, el mes de agosto fue, en 2015, el segundo mejor de todo el año en términos de visitantes –solo superado por octubre–. «Durante el curso tenemos clase. Si no venimos ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer?», comentan tres adolescentes a la entrada.

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