Medio millón de euros para la Real Fábrica de Tapices

Entre sus objetivos están los de mantener vivos oficios que están en vías de desaparición, conservar y divulgar los tesoros artísticos históricos y mantener la tarea de reproducir los diseños de autores contemporáneos, como ya se hizo en el siglo XX con obras de Picasso, Dalí, José María Sert o Manuel Viola , en otros célebres pintores.

Ubicada en el número 2 de la calle de Fuenterrabía, en el barrio de Pacífico, en un edificio construido entre 1889 y 1891 , la Real Fábrica de Tapices es un referente en la historia de España gracias a su patrimonio y legado.

Cuenta, además, con una sede declarada Bien de Interés Cultural y un Museo encargado de conservar el patrimonio histórico textil español.

Fundada en 1721 por Felipe V, sus muros albergan una magnífica colección de tapices, alfombras y pintura de los siglos XVIII, XIX y XX. Cabe destacar la colección de tapices tejidos según los 63 cartones pintados por Goya para esta manufactura.

Se sitúa en un imponente edificio del siglo XIX, con sus fachadas en ladrillo visto, que puede visitarse a diario y en el que se conserva el oficio artesanal de la fabricación de alfombras y tapices. Un inmueble que en la actualidad es propiedad de Patrimonio del Estado.

Felipe V llega a España en 1713 procedente de la fastuosa corte francesa y decide crear las Reales Manufacturas. Para la de tapices propone a un tejedor flamenco, Jacobo Van der Gotten, y posteriormente a sus hijos con quienes la Real Fábrica de Tapices deja de ser una dependencia real para funcionar como privada en 1944.

En 1996, y tras una amenaza de cierre, el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento llevaron a cabo un rescate de la institución, una operación que costó 300 millones de pesetas.

En el año 2016 la Fundación Real Fábrica de Tapices evitó la quiebra gracias a un nuevo modelo de gestión y, sobre todo, a dos grandes encargos de fabricación de tapices. En la actualidad la Real Fábrica de Tapices trabaja en un tapiz de casi 21 metros cuadrados sobre la matanza de Sabra y Chatila, así como en la reproducción de 32 tapices alemanes que fueron destruidos en Dresde durante la Segunda Guerra Mundial.

Además de sus obras, quienes la visiten tienen la oportunidad, única en España, de poder contemplar cómo los artesanos tejen los tapices y alfombras.