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La línea 5 de Metro cerrará un mes y medio

Será la siguiente gran obra en esta red, cuando acabe la modernización de la 8 (Nuevos Ministerios-T4) y tras el fin de los trabajos en la 1 y la 7

Sara Medialdea

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Si en pasadas legislaturas los gobernantes regionales se dedicaron a extender la red de Metro, al que añadieron más de 200 kilómetros, Cristina Cifuentes se está centrando en renovar lo necesario en una red que en algunas zonas es centenaria y donde hay líneas que comenzaban a dar problemas, agravados por un mantenimiento que durante la crisis ha sido más laxo. Primero fueron la línea 1 -a punto de finalizar su renovación- y la 7 -aún en proceso de solucionar sus problemas técnicos-, y la próxima en la lista del consejero de Transportes, Pedro Rollán, es la 8 (Nuevos Ministerios-T4), que cerrará en enero. Y, a continuación, cerrará por completo durante 45 días la línea 5, una de las más largas y transitadas.

La red de Metro se ha convertido en una especie de Frankenstein donde conviven líneas novísimas con otras muy antiguas. De ahí que la empresa haya puesto manos a la obra para renovar instalaciones; una tarea con menos réditos políticos que las inauguraciones , pero tremendamente útil para los usuarios. Porque, como señala Rollán, «para que Metro de Madrid vuelva a volar, hace falta material móvil, personal y que las infraestructuras estén en perfectas condiciones».

Periodo con menos repercusión

La intervención en la línea 5, que une Casa de Campo con la Alameda de Osuna atravesando todo Madrid, durará 22 meses, aunque el servicio sólo se suprimirá durante 45 días. Se ha tenido en cuenta que esta es la cuarta línea que más viajeros transporta -61,9 millones en 2015-, por lo que su cierre se producirá en el periodo en que menos repercusión tenga sobre los usuarios, y cuando acabe la obra en la línea 8.

Los trabajos consistirán en la renovación del sistema integral de señalización ferroviaria, una labor necesaria para poner en comunicación cada convoy con el centro de control. Se prevé una inversión de 40,7 millones de euros en esta obra, que modernizará una línea con casi 50 años de vida. Un servicio gratuito de autobuses de la EMT dará servicio a los usuarios de la línea mientras duren los trabajos.

En cuanto a la línea 8, la que llega a la Terminal T-4 de Barajas, las mejoras obligarán a su cierre a partir del 26 de enero, y así permanecerá durante 83 días, según cálculos de la Consejería de Transportes. La inversión prevista es de 20,7 millones de euros.

Erosión del suelo

Los trabajos se producen porque la plataforma de vía, una losa de hormigón, se ha visto afectada por la erosión del subsuelo. Ello le hace perder velocidad comercial y, además, genera más incidencias en la línea. El plan es reponer los paños de losa en mal estado, sustituir los tacos de vía y actuar sobre las canaletas de recogida de agua.

De entre las obras realizadas en Metro, las que han tenido mayor presupuesto son las de la línea 1, que están a punto de finalizar: 69,8 millones de euros se han invertido en el remozado de esta línea , la más antigua y la segunda en número de viajeros. Los trabajos, que terminarán el 13 de noviembre o «tal vez unos días antes», se han prolongado durante 133 días. Hay zonas en que las bóvedas se construyeron con ladrillo, y el paso del tiempo y la humedad han hecho perder espesor a la estructura.

En el caso de la línea 7B (conocida como Metro Este), tuvieron que acometerse labores de emergencia debido a la existencia de filtraciones. Esto obligó a cerrar el tramo entre las estaciones de Hospital del Henares y San Fernando el 21 de noviembre de 2015 por un tiempo que aún no ha concluido, aunque el consejero Rollán confía en que la línea pueda estar de nuevo operativa antes de que acabe el año.

El problema aquí es el alto contenido en sales del terreno . La construcción del túnel de ventilación con pilotes facilitó, además, la entrada de agua y causó la pérdida de la geometría del túnel. Se le ha inyectado hormigón para devolverlo a su estado original, y ahora comenzarán a circular por ella trenes sin pasajeros para comprobar la idoneidad de los trabajos. En este caso, ha sido necesaria una inversión de 7 millones de euros, una cantidad que, según explicó Rollán, «se le está repercutiendo a la constructora, porque lo consideramos un vicio oculto».

La incorporación de 360 nuevos conductores -la mitad de los cuales ya han comenzado y el resto sustituirá a bajas en periodos vacacionales, explican fuentes oficiales- va a permitir, además, que este mismo mes se vuelva a las frecuencias de paso de trenes previas a la crisis.

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