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Así trabajaba Alberto, el delincuente sexual de Instagram

Hay siete víctimas, tres de ellas menores, y se investiga si existen al menos otras cinco

Carlos Hidalgo

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La Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Brigada de Policía Judicial de Madrid ha detenido a un delincuente sexual en serie y reincidente que, presuntamente, habría abusado de siete jóvenes, tres de ellas menores de edad. Se investiga si, al menos, hay otras cinco víctimas. Tenía dos antecedentes por hechos similares de este 2017, en Madrid y Bilbao. Uno de los aspectos más curiosos del caso es que el sujeto en cuestión se valía de su condición de fotógrafo semiprofesional para engañar a sus presas .

El sospechoso responde al nombre de Alberto G. G. , que en diciembre cumplirá 24 años y es español, llevaba actuando desde 2015, y siempre de la misma manera: se había creado una cuenta en la red social Instagram, mediante la cual buscaba a chicas que querían ser modelos, les daba «me gusta» a sus fotos y les escribía finalmente por mensaje directo a la aplicación.

Les ofrecía una sesión de fotografías y hacerles un «book» gratuitamente. Con este ardid, las citaba en su domicilio, situado entre el Barrio del Pilar y La Vaguada (distrito de Fuencarral-El Pardo). Una vez allí, les planteaba que sería conveniente que posaran con menos ropa. Y, luego, comenzaba a realizarles tocamientos. «Así trasmitiremos mejor la realidad y el sentimiento de la imagen», les decía para embaucarlas.

Era aficionado a la fotografía pero se «vendía» como un verdadero gurú de las «influencers», las blogueras que utilizan Instagram para crear tendencias de moda. Sin embargo, «solo era conocido en su barrio», añaden fuentes del caso.

La cuestión es que una de las tres menores (las siete víctimas corroboradas por la Policía Nacional tienen entre 16 y 25 años) se presentó en la Jefatura Superior de Policía de Madrid para denunciar los hechos. Corría el mes de julio. Los expertos de la Ufam tiraron de archivo y analizaron seis denuncias previas. Comprobaron que el «modus operandi» era similar en todos los casos y las chicas identificaron a Alberto G. G. como su presunto abusador.

La Policía se presentó a finales de agosto en el domicilio del sospechoso, que residía justo enfrente de sus padres. No tenía más oficio ni beneficio que lo que sacaba como fotógrafo. Le leyeron sus derechos y procedieron a su detención. Está ya en prisión. Los agentes también se incautaron de diverso material, como soportes informáticos en los que se apreciaban, supuestamente, fotos de sus víctimas.

Hay otras cinco chicas que han puesto en conocimiento de los investigadores que habrían sido víctimas de los abusos de Alberto; sin embargo, por vergüenza ante sus padres, aún no han denunciado.

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