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Sucesos

El SUP denuncia tres intentos de huida en masa de los internos del CIE el miércoles

Los agentes pidieron refuerzos porque la actitud hostil de los inmigrantes, a los que les incautaron barras de hierro y cables, les hizo sospechar. El sindicato exige a Interior una solución inmediata o el cierre de estos recintos

Barrotes y cables incautados a los alborotadores ABC
M. J. Álvarez

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No ha pasado nada, pero de seguir así y de no poner remedio, habrá daños irreparables. Así lo denunció ayer públicamente el Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en el CNP, en alusión a la creciente tensión que se vive en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche en donde las algaradas y la tensión son ya, tristemente, habituales.

Por ello, exigen al Ministerio del Interior y a la Dirección General de Policía que tomen medidas «eficaces y definitivas» para garantizar la seguridad de la Policía Nacional, encargada de custodiar las instalaciones, y de los inmigrantes, recluidos por haber delinquido, además de carecer del permiso de residencia, a la espera de su expulsión. De lo contrario, el SUP pide que se cierren los CIES por los gastos que conllevan, el riesgo y las escasas consecuencias de los incidentes para quienes lo provocan.

El último episodio, que acabó en una tentantiva frustrada de fuga, ocurrió el miércoles pasado cuando un grupo de internos del CIE de Aluche activaron la alarma de incendios y forzaron una de las chapas que limitan el patio con el fin de fugarse en masa . Mientras, otros comenzaban a protestar «y mostrar una actitud hostil y violenta hacia los policías».

Los miembros de la VI Unidad de Intervención Policial (UIP), los denominados « antidisturbios », desplazada de Pamplona para complementar el servicio de seguridad en el CIE, se vieron «obligados, a instancias de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras y del responsable de Seguridad del CIE, a pedir refuerzos: dos subgrupos de la UIP para poder atajar y controlar la situación».

Sus presagios se cumplieron. Después de la cena, y una vez llegaron los efectivos, los internos «con la misma actitud agresiva, desafiante y en medio de cánticos e insultos, intentaron hasta en tres ocasiones huir , pero fueron contenidos, no sin dificultades, y conducidos finalmente hasta sus habitaciones, gracias al número de agentes que se encontraban allí» y que pudieron hacerse con la situación. De lo contrario, habrían logrado su propósito.

En la requisa posterior que se realizó a los alborotadores se les incautaron barrotes de hierro y cables que tenían escondidos en sus dormitorios. En ocasiones llegan a pegar cuchillas con imanes en los somieres, explica un portavoz del sindicato.

Motín y fugas habituales

El pasado 27 de noviembre, 13 inmigrantes se fugaron tras sabotear la instalación eléctrica, provocando un apagón que dejó a oscuras el centro. Después, saltaron la valla perimetral. Cuatro de ellos fueron detenidos horas después cuando forzaba el cierre de un supermercado de Arganzuela.

El 3 de noviembre se fugaron otros dos saltando la valla y el 19 de octubre, cerca de cuarenta inmigrantes llevaron a cabo un motín en la azotea que se prolongó durante más de once horas y que acabó de forma pacífica.

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