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Chamberí

La carta que dejó el homicida de Chamberí: «No soporto verla sufrir, quiero irme con ella»

Un hombre de 78 años asfixia a su mujer, de 77, enferma de alzheimer y luego se ahorca. En la nota pedía perdón a su hijos

Lugar en el que se produjo el crimen Rafa Albarrán
M. J. Álvarez

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Ricardo Alba Abril, de 78 años, ya no aguantaba ver a su mujer, María Ángeles Prieto Ramos, de 77, sufrir tanto. Padecía alzheimer en un grado muy avanzado, su deterioro crecía cada día y él ya no podía más. Ella ya ni siquiera podía salir a la calle a que le diera el aire. Por ello, ayer, presumiblemente, él, con una almohada, la asfixió mientras dormía. Después, llamó a uno de sus hijos. «Venid a casa, h e hecho algo muy malo ». A continuación, fue a otro dormitorio y se ahorcó.

Cuando sus familiares llegaron hasta el domicilio, situado en el número 13 de la calle de Marqués de Lema (Chamberí), temiéndose lo peor, ya era tarde. Junto al cuerpo del homicida había una carta de despedida. En ella, Ricardo pedía perdón por lo que había hecho, pero justificaba y explicaba su acción. «Nos queremos mucho, no soporto verla sufrir así, quiero irme con ella, que descanse, descansar juntos y que nos entierren juntos, como hemos estado en vida».

A las 07.06 horas, el teléfono de Emergencias 112 recibía el primer aviso, alertando del suceso. Era de uno de sus allegados. De inmediato, activaron al Summa y a la Policía. Sin embargo, nada se podía hacer ya por ellos.

Llevaban poco tiempo muertos. María Ángeles no tenía signos externos de violencia. La hipótesis que manejan los agentes encargados del caso es que la asfixió o bien que la hizo ingerir muchos medicamentos; aunque se decantan por la primera opción, será la autopsia la que determine la causa del óbito.

La noticia conmovió a los vecinos del inmueble, en donde la pareja llevaba residiendo mucho tiempo. «Eran unas bellísimas personas. Padecían lo que nadie sabe porque ella llevaba mucho tiempo enferma», explicaban unas residentes, muy afectadas. «Es muy triste, siempre les he visto juntos, eran encantadores. Él la cuidaba estupendamente; estaba muy bien de salud», indicaba otro vecino. Nadie sabía si tenían ayuda en casa o si vivían solos.

«Ha sido por amor»

«Ha debido de ser un homicidio por amor. Ricardo llegaría al límite . Era muy amable, muy atento y educado. Me llamaba la atención cómo se comportaba con María Ángeles, la trataba con mimo y con muchísimo cariño», precisaba, consternada, Inés. «De hecho, se lo hice notar porque sé lo duro que es el alzheimer y sé que ella estaba ya fatal. Él me contestó que sabía que si hubiera sido al revés ella le había tratado igual porque se querían con locura », agrega.

Esta mujer explica: « Jamás le vi deprimido o triste. Por eso ahora me siento culpable, estoy muy mal porque podría haberle ayudado de haber sabido que lo estaba pasando mal... Se le veía tan buena persona...», indicaba esta mujer, nerviosa. «Todos los días salgo a andar pero hoy no he podido, no se me van de la cabeza».

Con la de ayer, el número de mujeres muertas a manos de sus parejas en lo que va de año asciende a tres, la misma cifra que en todo 2016. Los dos primeros homicidios del año se produjeron el día 1, cuando una profesora de Química, de 40 años perdió, la vida a manos de su novio, de 20 en Rivas Vaciamadrid durante la cena de Nochevieja. Él tenía una orden de alejamiento porque ella le había denunciado por malos tratos, pero se seguían viendo. Además, horas antes, una joven peruana de 24 fue arrojada por el balcón de la que casa en la que vivía de okupa por su novio, dominicano, de 25, en Hortaleza.

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