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Deportes

Carmena aboca al cierre al histórico Club de Natación Moscardó

Las obras en la piscina ahogan a la entidad, que no puede subsistir económicamente más allá del 28 de febrero

Obras en el recinto deportivo de Moscardó ISABEL PERMUY
Enrique Delgado Sanz

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El día que conocieron la noticia de que el Ayuntamiento iba a arreglar la cubierta de la piscina, los dirigentes del Club de Natación Madrid Moscardó se abrazaron. Hoy, meses después, se tiran de los pelos. Esa misma obra que iba a mejorar unas instalaciones municipales que gestionan desde el año 1993 se han convertido en la herida que, salvo milagro, acabará con este club de Usera del que han salido varios deportistas olímpicos , entre ellos Patricia Herrera y Laura López, jugadoras de la selección española de waterpolo y, en el caso de la última, medallista olímpica después de la plata que consiguió en los Juegos de Londres.

«Si no coge la piscina el Ayuntamiento, los trabajadores que están allí ahora con un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) se irán a la calle», resuelve Herrera, la deportista más destacada en este momento de la entidad, desde donde van un paso más allá. «Si no se remunicipaliza cuanto antes, habrá 37 trabajadores en la calle y el club dirá adiós , porque aquí podemos sobrevivir hasta el 28 de febrero; al día siguiente, si la instalación no es municipal, se ha acabado», lamenta Anselmo González, director deportivo del Moscardó y un hombre que lleva entre sus instalaciones 36 años.

Por hacer un poco de historia, es importante destacar que las instalaciones son de propiedad municipal; pero, en el año 1993, se suscribió un convenio con el Consistorio en el que se cedía la explotación de las mismas al Club de Natación Moscardó que, a cambio, también tendría que impartir allí los cursillos municipales para todos los vecinos. El convenio venció en 1998 y, a partir de ahí, se ha estado prorrogando más por costumbre que con las firmas y la oficialidad, año a año, hasta que se descubrió que la cubierta de su piscina estaba en mal estado y necesitaba una reparación.

« El proyecto, que se ha ido retrasando desde 2015 , tenía un plazo de ejecución desde junio o noviembre de 2016, pero se va retrasando y en septiembre nos dimos cuenta que se iba a alargar», recuerda Javier García, el director gerente del club. También especifica que, el 1 de octubre, tuvieron que tomar una decisión dolorosa e inesperada para ellos, poner en marcha un ERTE —«que era la ultimísima opción», suscribe— porque sin «la fábrica» —así llama a la piscina— operativa, no generaban ningún ingreso pero tenían que seguir pagando a todos sus trabajadores y los viajes de sus deportistas.

Como subraya el director gerente, a día de hoy están «totalmente descapitalizados» y el 13 de diciembre recibieron una carta con la que la Junta Municipal del Distrito de Usera, gobernada por Rommy Arce , en la que el Ayuntamiento reclamaba lo que, legítimamente es suyo, la propiedad del complejo deportivo; que, sin embargo, ha sido mejorado y acondicionado con el dinero del club durante los últimos 30 años. «Para lo que quieren esto es municipal, pero para lo que no, no», lamenta Charo de la Torre, quien ha sido presidenta del «Mosca» hasta el 19 de diciembre, cuando no aguantó más.

Dimisión de la directiva

Dimitió y con ella la Junta Directiva de la entidad, exhaustos sus integrantes al no verle una salida a este callejón que tiene su final en el día 31 de agosto, la fecha en la que el Ayuntamiento les anuncia que la condición de las instalaciones se revertirá para ser de gestión pública de forma directa. La antigua presidenta, aunque escéptica, aún mantiene la esperanza de que el club que le ha dado muchos dolores de cabeza, pero también muchas alegrías, también siga vivo. «Nos dicen que quieren que el club sobreviva, que se mantengan los puestos de trabajo, pero sus hechos dicen otra cosa».

Desde la Junta de Distrito han confirmado a ABC que «la subrogación de los contratos de los trabajadores está sobre la mesa de la Gerencia del Ayuntamiento» y que, «si la empresa —el término con el que estas fuentes se refieren al Moscardó— no puede hacer frente a los costes de las nóminas una vez que la piscina esté operativa, habrá que recurrir a la gestión directa». Es decir, el Ayuntamiento tomará el control de la instalación , como desean desde el club. El problema, sin embargo, está en que las obras, al parecer, no acabarán nunca antes de la fecha límite para el Moscardó que, si estos plazos se cumplen, desaparecerá.

A partir de ahora comienza la cuenta atrás para un club que ya ha recogido unas 4.000 firmas para evitar bajar la persiana definitivamente. Su estrella actual, Patricia Herrera, también lanza otro mensaje a las instituciones para evitar que su club se vaya al traste: «Es muy bonito hacerse la foto con el deportista olímpico o el campeón del mundo, pero hay que cuidar los lugares donde estos campeones se crean».

Porque, además de campeones , allí nadan jóvenes y vecinos entre los que se fomenta el deporte . Curiosamente, una de las prioridades de este Ayuntamiento.

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