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Los caramelos originales de violeta que cautivaron al rey Alfonso XIII

En La Violeta se encuentran los dulces elaborados con el aroma de esta flor de la sierra de Madrid, desde 1915

Cada semana se venden 400 kilos de violetas BELÉN RODRIGO

BELÉN RODRIGO

El sabor inconfundible de los caramelos de violeta remonta a muchos madrileños a su infancia y siempre que pueden siguen pasando por la pequeña tienda situada en la Plaza de Canalejas 6, La Violeta , donde la familia Gil vende las originales y verdaderas violetas desde 1915 . Su fundador fue Mariano Gil Fernández, madrileño, perteneciente a una familia de pasteleros, que quiso innovar y apostó por dulces hechos de esencia de las violetas, flor de la sierra de Madrid que vendían las violeteras. Una apuesta vencedora desde su comienzo, que fue todo un éxito, y que recién cumplidos los cien años sigue contando con muchos adictos a este original sabor.

«Los ingredientes no son otros que el azúcar y el aroma de violeta », explica a ABC María Gil, nieta de Mariano, y una de las seis primas que se ocupan ahora del negocio, representando la tercera generación. Eso sí, la fórmula es un secreto muy bien guardado en la fábrica donde elaboran los caramelos, a las afueras de Madrid. «Aquí se venden las originales violetas, creadas por mi abuelo, que después se fueron replicando por distintos lugares de la ciudad», aclara María. A partir de septiembre lanzan al mercado la violeta con un diseño renovado, coincidiendo con el centenario cumplido el año pasado, «del que ya tenemos patente». Es un dulce adictivo , «hay quien venga todas las semanas a comprar las violetas», afirman en la tienda. Y son muchas las propiedades de esta planta que combate la ansiedad, el cansancio, los catarros o los dolores de cabeza, entre otros.

Tras la muerte de Mariano Gil en los años 50 su viuda se quedó en el negocio, «junto con mis tías» y ha sido la tercera generación de la familia quien ha puesto en funcionamiento la tienda online y ha abierto un segundo local en la calle Serrano 220. Poco a poco han introducido nuevos productos, como té o jarabe de violeta y otros comparten protagonismo con los caramelos desde sus comienzos, como son las frutas confitadas, marrón glacé, chocolate con leche con la forma de pequeños troncos de madera o el típico chocolate del músico, con nueces y frutas pasas, que debe su nombre a los muchos músicos que solían comerlo. Y el producto más exclusivo de esta tienda, los pétalos de violeta escarchadas , muy utilizados para colocar en el champán, gin-tonic o decorar postres. Un pequeño lujo que se vende a 120 euros el kilo frente a los 20 euros que cuesta un kilo de violetas.

Los clientes más fieles

Escritores, políticos y actores , dada la proximidad del Congreso y de los numerosos teatros, han estado siempre en la lista de los clientes más habituales. También hoteles y el Casino de Madrid. Entre los clientes más célebres destaca el rey Alfonso XIII «del que dice la leyenda compraba violetas para su mujer y para su amante», la actriz Carmen Ruiz Moragas. Una afición por las violetas que heredó el hijo bastardo de Alfonso XIII, Leandro de Borbón, «que acudía frecuentemente a la tienda hasta su fallecimiento».

Los turistas tampoco escapan a esta adicción ya que la violeta se ha convertido en un producto muy característico de la capital. «En algunas épocas del año tenemos muchos turistas, sobre todo europeos, americanos, rusos, japoneses y chinos», explica María Gil. «La ubicación de esta tienda es perfecta, está siempre entrando gente, y en invierno tenemos mucho clientes que viene de las provincias», añade. Hay personas que llegan buscando «los caramelos que me regalaba mi abuela» y que ahora son ellas las que los compran para regalarlos a los hijos y nietos.

El diseño de las latas se va renovando periódicamente BELÉN RODRIGO

Las violetas se pueden comprar al peso, en las tradicionales cajas , latas y tazas . «Es posible llevarse detalles con violetas dentro de los más diversos precios, entre los 2 y os 300 euros», puntualiza María Gil. Abundan los jarrones y otros recipientes de cristal. Es un regalo muy habitual en los bautizos, comuniones y bodas, o como detalle de las empresas. Navidad es una de las fechas claves para este negocio que prepara motivos navideños especiales. Aunque los 400 kilos de violeta que se venden a la semana demuestran que cualquier excusa es válida para acercarse hasta Canalejas y llevarse al menos un montoncito de los caramelos más típicos de Madrid.

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