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Buscan a los agresores de su padre: «No voy a descansar hasta que paguen por lo que han hecho»

La familia de Rafael se está movilizando para encontrar a los dos jóvenes que le dieron una paliza en Móstoles

Imágenes del rostro de Rafael tras la agresión FACEBOOK

Beatriz Sevilla

El pasado 16 de julio Rafael R. conducía de Móstoles a Valdemoro para ir al trabajo. Pero no fue un sábado cualquiera. A las 6:30 horas este hombre de 54 años pitó a dos individuos que invadían la carretera –con el semáforo en rojo para los peatones–. A cambio, su vehículo recibió una patada. Y él, una brutal paliza. « Eso te pasa por bajar del coche », le dijeron sus agresores antes de marcharse. Fue todo lo que hablaron.

Los hechos tuvieron lugar en el municipio de Móstoles , en una zona de discotecas junto a la salida de Alcorcón. Allí existe una parada de autobús en la que aguardaban varias personas que presenciaron la agresión. « Nadie dijo ni hizo absolutamente nada. No me ayudaron a levantarme del suelo y ni siquiera llamaron a la Policía », comenta Rafael. De hecho, la familia se plantea denunciar a estos testigos por omisión de socorro .

Finalmente fue el propio Rafael quien, con la cara ensangrentada, se acercó al grupo para pedir un pañuelo. Tuvo que conducir en ese estado hasta su lugar de trabajo y, tras verse en un espejo, fue directo al hospital. « Los médicos dicen que llegó a perder el conocimiento, aunque él no lo recuerda », asegura Víctor, el hijo mayor. A su padre le han cosido el labio por dentro y por fuera, tiene la cara morada, las rodillas inflamadas y presenta varios golpes en el costado.

« Por la frialdad con la que actuaron, diría que iban drogados. Eso no es normal », comenta el propio Rafael sobre sus agresores, unos jóvenes que, por edad, podrían ser sus hijos. Ayer le llamaron de comisaría para ver unas imágenes. Las discotecas de la zona acostumbran a echar fotos en sus fiestas, y Rafael cree que podrá identificarlos si salen en algunas de ellas.

Mientras tanto, la familia no está de brazos cruzados. Tras presentar la pertinente denuncia y pedir las grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar, sus dos hijos echaron mano de Twitter y Facebook. ¿El fin? Difundir los hechos para reunir pistas y localizar a los agresores. «No pienso descansar hasta que les encuentre y les haga pagar por lo que han hecho», sentencia Víctor.

Con ese propósito la familia ha habilitado un número de teléfono , el 628217313 , para que todo aquel que pueda aportar algún dato –incluso de forma anónima– se ponga en contacto con ellos.

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