El alcalde de Tores de la Alameda: «Cuando me lo dijeron, creía que era un mal sueño»

Enrique Delgado Sanz

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25/03/2017
Actualizado a las 00:14h.

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Cuando todas las ilusiones de un pueblo están depositadas en un proyecto, no tiene que ser fácil estar en la piel del alcalde que debe comunicar a sus vecinos que, al final, no va a poder ser. Peor aún será el trance si «nadie se lo esperaba» y el remate llega cuando la iniciativa podría cambiar el futuro del lugar. «Habrá que tragar saliva y asimilar lo que se nos viene encima». Esta fue, pocos minutos después de conocer la noticia, la reacción de Carlos Sáez, el regidor de Torres de la Alameda , municipio al que, tras la negativa de la Comunidad de Madrid a Cordish , se le rompió -como a la lechera- un cántaro que, allí, tenía forma de macrocomplejo de ocio.

«Estábamos confiados con que saliera el proyecto», confiesa el alcalde socialista, quien, poco antes de las seis de la tarde, recibió ayer la llamada del viceconsejero de Hacienda y Empleo del Ejecutivo regional, Miguel Ángel García. «Al menos han tenido la deferencia de comunicar las malas noticias», ironiza, resignado, un alcalde que, desde que se enteró de que su pueblo era el elegido por Cordish para hacer un enorme «resort» de ocio hasta que se ha rechazado el proyecto, denuncia que no ha sido recibido por el Gobierno que preside Cristina Cifuentes : «Y eso que se lo pedimos a ella y también a la consejera de Economía, Engracia Hidalgo».

Quizá si hoy se encontrara a cualquiera de las dos por las calles de su pueblo les explicaría que, allí, sus 8.000 habitantes están «acostumbrados a recibir inversiones que no quiere nadie, como vertederos»; y por eso les hizo tanta ilusión la idea de Cordish, que supondría, según subraya el alcalde a ABC, «que la gente encontrara, por fin, un trabajo con estabilidad y no la mierda de empleos temporales de baja calidad que tienen ahora». O quizá les comentaría que no entiende los argumentos esgrimidos por los técnicos para rechazar el proyecto: «Son excusas banales, porque las carreteras las van a tener que hacer igual».

«Ojalá me equivoque e insistan, pero viendo cómo están las cosas, la empresa se irá a otro sitio», pronostica el alcalde, quien confirma que Cordish ya había realizado «dos pagos» a los «14 o 15 propietarios» de los terrenos donde se iba a levantar el «resort». «¿Qué van a hacer? Pues no lo sé», admite Sáez, que ayer, al principio, pensaba que esto «era un mal sueño». Pero no. La noticia es real y en Torres de la Alameda no sólo se ha roto el cántaro, como el de la lechera, sino que, como lamenta Sáez, «ha caído un jarro de agua fría».