La victoria de Leiceaga allana un pacto del PSOE con las Mareas tras las autonómicas

Xaquín Fernández Leiceaga se convirtió ayer en candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia tras derrotar al portavoz del grupo parlamentario socialista, José Luis Méndez Romeu . Leiceaga, apadrinado por el aparato y con el visto bueno de Ferraz, convirtió en real la pretensión de la dirección de visibilizar que tiene apoyo de la militancia y lo consiguió. El ganador se impuso en las zonas rurales y consiguió un notable apoyo en algunas capitales como Ferrol, donde cosechó 98 votos frente a los 79 de Méndez Romeu, a pesar del respaldo de la teniente alcalde, Beatriz Sestayo. Tampoco el resultado para Méndez Romeu fue el esperado en ciudades como La Coruña donde la diferencia fue tan solo de 56 votos. Solo Vigo apoyó en masa al perdedor con 418 votos a favor del coruñés, frente a los 128 de Leiceaga. En todo caso, el resultado final deja una distancia de 11 puntos en favor del nuevo candidato. En términos globales, Leiceaga obtuvo un 55, 67 por ciento de los sufragios frente al 44, 3 por ciento de Méndez.

La victoria del exmilitante nacionalista posibilita un acercamiento al populismo de las mareas. Desde el inicio de la contienda, el ganador lanzó mensajes conciliadores para tratar establecer puentes con el « rupturismo » y sus guiños fueron bien recibidos.

Las elecciones primarias del PSdeG-PSOE para elegir al candidato a la presidencia de la Xunta sirvieron para acrecentar la fuerte división interna . Tanto el portavoz parlamentario, José Luis Méndez Romeu, como el oficialista, Xaquín Fernández Leiceaga, reagruparon tras de sí a dos bandos irreconciliables damnificados por la decadencia del partido desde las últimas convocatorias electorales. Los apoyos de los dos contendientes se nuclean en torno a las zonas rurales y urbanas. Méndez Romeu contó con prácticamente todas las urbes, salvo Lugo y Orense, y Xaquín Fernández Leiceaga arrasó en las zonas más rurales, tuteladas por las diputaciones.

Los «peones» de ambas familias incendiaron las redes sociales y no dudaron en hacer «hagiografías» de su candidato frente a las descalificaciones descarnadas del oponente. Especialmente virulento, el sector de Leiceaga, reprochó a José Luis Méndez su amistad con el exalcalde Francisco Vázquez , y también recordó el polémico cambio de mobiliario en las consellerías durante el bipartito o se hicieron alusiones a su vestimenta. Sin ningún tipo de piedad intercambiaban descalificaciones entre compañeros de partido e ignoraron lo que antes y después habían hechos sus mentores.

Las primarias socialistas llevaron dos velocidades. Algunas de las agrupaciones más pequeñas e intermedias votaron por la mañana. Un caso significativo es el de O Barco de Valdeorras . El resultado fue aplastante en favor del candidato Leiceaga. Del total de los 58 votos emitidos, solo dos fueron para Méndez Romeu. Precisamente, uno de los raros declaró a ABC, « solo votamos a Méndez las ovejas negras ». También en Vigo se produjeron incidentes. La Comisión Nacional de Garantías envió un requerimiento para que se pronunciasen en voz alta los nombres de los militantes que habían depositado su voto. Desde la secretaría de organización local se negaron los hechos denunciados.

Tras las primarias, el PSdeG-PSOE queda dividido en dos bandos atrincherados y con ganas de vengaza. Según corfirmó ABC: «Esto solo es una batalla, pero no la guerra».Desde la propia gestora se ha asumido que serán la tercera fuerza política en las elecciones autonómicas, mientras tratan de preparar el asalto orgánico para controlar la organización de cara al futuro. De momento, Leiceaga se erigió en representante de la « nueva política y de las ideas de renovación». Méndez Romeu se limitó a decir que el ganador obtuvo un triunfo concluyente y será «el candidato de todos».

Finalmente, el resumen conciliador de la jornada lo puso en la redes sociales el candidato al Congreso por la provincia de La Coruña, Gonzalo Diz. A través de un tweet concluyó :« El PSdeG es pionero y valiente. ¿Hacemos ruido? Sí, porque estamos vivos ».