Hazte premium Hazte premium

La venta del Popular entierra al Pastor y abre dudas sobre empleo y oficinas

El banco presidido por Ana Botín se convertirá en la segunda firma financiera en la Comunidad La integración de las dos entidades sumará casi 400 sucursales en Galicia

Sede del Banco Pastor en La Coruña, en una imagen de archivo ABC

ANDREA PÉRZ-BOUZADA

Como un jarro de agua fría cayó ayer la noticia, a gran parte de los empleados del Grupo Banco Popular, de la venta, por un euro, de la entidad financiera al Banco Santander. Gran parte de la plantilla, además, se enteraba de la adquisición por la llegada de una nota interna en la que la presidenta de la firma con uno de los rojos corporativos más conocidos del globo, Ana Patricia Botín, daba la bienvenida al Banco a todos los nuevos empleados. Tras la integración, que supone el final de las marcas Pastor y Popular –aunque la integración llevará un tiempo según ha asegurado la firma– la entidad financiera se convertirá en el segundo banco de Galicia , por detrás de Abanca , con una cuota de mercado de casi el 30% y con una red de unas 400 oficinas y 2.300 empleados. De estas cifras, el 16% de la cuota, 233 sucursales y 1.400 trabajadores, corren a cargo de la entidad adquirida, una firma en pérdidas que vive ahora momentos de gran incertidumbre.

«Quiero manifestar mi desagrado por esta forma en la que ha llegado la noticia. Hace unos días nos reunimos con la entidad y nos explicaron la hoja de ruta, que en ningún caso ofrecía esta solución. Hemos exigido una reunión con el banco y nos mantenemos a la espera . Para ver el desarrollo de la operación tendrá que pasar un tiempo, pero las duplicidades van a traer pocas alegrías, laboralmente hablando», explica el responsable del sindicato UGT en Popular, Javier Castro.

Las dudas sobre el futuro del sector financiero en la Comunidad gallega y sobre lo acertado de la operación de absorción por parte del Banco Santander han superado las barreras de este mercado y algunos expertos se preguntan sobre los beneficios de una excesiva concentración financiera y la reducción de la competencia. « Con este movimiento, seis de cada 10 clientes en Galicia serán de uno u otro banco, y en los municipios más pequeños esta cifra se incrementará todavía más» , explica Venancio Salcines, director de la escuela de finanzas de La Coruña. Este experto señala que, desde su punto de vista, una respuesta más interesante habría sido dar entrada a una entidad extranjera en el proceso, para evitar una mayor descenso de la competencia en el sector financiero.

Por su parte, el catedrático de Economía Aplicada de la USC, y miembro del grupo Colmeiro, Luis Caramés, recordó que ya no hay fondos públicos para el rescate de una entidad que había acumulado mucho activo inmobiliario tóxico.

La consecuencias finales para Galicia de esta operación financiera son desconocidas, sin embargo, respecto a las duplicidades existentes señala la profesora de relaciones laborales de la Universidad de Santiago, María Bastida, que cabe esperar que, entre los requisitos, haya alguno relacionado con la plantilla de la entidad. « El anuncio del recorte de una tercera parte de los costes del Banco Popular sugiere, cuando menos, una revisión de estructura y eliminación de duplicidades », apunta.

Que habrá consecuencias para Galicia es un hecho que nadie pone en duda, aunque el nivel de reestructuración que se llevará a cabo en la Comunidad requerirá un tiempo prudencial. Al respecto se pronunció ayer también el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien aseguró que e l ejecutivo gallego se mantendrá «vigilante» en lo que se refiere a los puestos de trabajo del Pastor Grupo Banco Popular , tras la compra de esta entidad por parte del Santander, así como del futuro de la Fundación Barrié. Aunque añadió que se trata de una operación entre dos entidades «en las que la Xunta no tiene competencia».

La obra social del banco ya había sufrido los pésimos balances de los últimos meses y su futuro supone ahora un motivo más de preocupación en territorio gallego, debido a su historia y su importante labor. El proceso de reestructuración bancaria que trajo consigo la crisis financiera, ha supuesto en Galicia el cierre de cientos de oficinas en los últimos años. Desde septiembre de 2008, cuando la Comunidad gallega batió el récord histórico de sucursales, con un total de 2.539, hasta el cierre del pasado ejercicio (últimos datos publicados por el Banco de España) el número de oficinas ha descendido un 37% hasta los 1.599 locales .

Serie histórica

Así, y si se atiende a toda la serie histórica de la institución con sede en Madrid, se debe retroceder hasta marzo de 1978 para encontrar un dato inferior de sucursales de las entidades de crédito en Galicia . Por provincias y desde el dato récord en el tercer trimestre de 2008, La Coruña ha vivido una caída de oficinas del 35%, hasta los 647 locales; Lugo, del 26%, hasta las 248 sucursales; en Orense, con el recorte más acusado, se redujeron un 45,7% hasta las 204 oficinas; y en Pontevedra hay actualmente un 39,7% menos que en 2008, y cuenta esta provincia con un total de 500 oficinas.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación