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El sustituto de Merlo avanzó su renuncia horas antes por un altercado con la Policía

El siguiente en la lista, Xoán Hermida, tomó la decisión en base al caso de Paula Quinteiro, otra diputada salplicada por un incidente policial

M. NESPEREIRA

El relevo de Juan Merlo promete seguir dando cuerda a las tensiones internas de En Marea. Horas antes de que el secretario de Organización de Podemos renunciase por falsear su curriculum , su potencial sustituto anunció que se retiraría de la carrera por haber protagonizado un altercado con la Policía de Pontevedra . El motivo de la decisión, sin embargo, no tenía nada que ver con Merlo, ni con su falso título de ingeniero; sino con Paula Quinteiro y su papel en una trifulca con agentes de Santiago .

El grupo de En Marea en el Parlamento de Galicia cuenta con catorce escaños y varios conflictos pendientes por resolver. El primero, el de Quinteiro --adscrita a la corriente anticapitalista de Podemos--, se remonta a la madrugada del 18 de marzo, cuando según la versión policial se encaró con un agente para obstaculizar la identificación de un sospechoso por vandalismo . Casi un mes después continúa en el puesto. Podemos y la mayoría de sus compañeros de escaño la arropan. Pero la ejecutiva de En Marea y su líder, Luís Villares, le exigen la dimisión. Sin ir más lejos, este viernes Villares le instó a tomar «ejemplo» de la «ética» de Merlo, hasta ayer compañero de partido. Sobre ella pesa la amenaza de una consulta interna .

El segundo foco problemático lo protagoniza el propio Merlo, aunque su salida inmediata amortiguó los efectos de una nueva crisis para el rupturismo gallego , principal antagonista al PPdeG de Núñez Feijóo.

A En Marea le queda por delante la gestión de un relevo que se antoja no tan natural ni automático como cabría pensar en otras circunstancias. El siguiente en la lista por Pontevedra es Xoán Hermida, antiguo responsable de la marea local, y presente también en el debate por haberse enfrentado con la Policía Local. Ocurrió el pasado mes de septiembre. Hermida aparcó durante 35 minutos una furgoneta en una zona prohibida de la ciudad del Lérez y no quiso acarrear con las consecuencias. En el momento en el que un policía estaba tomando nota del incidente le recriminó que estaba «recaudando» para Miguel Anxo Fernández Lores, el alcalde del BNG . Poco después, según la información publicada por La Voz de Galicia , el dueño de un establecimiento hostelero denunció que Hermida había amenazado a una de sus trabajadoras amenazándola con su condición de representante público: «Tu no sabes quién soy yo» , le dijo. La versión del rupturista es que había estacionado de forma indebida para atender a su «padre enfermo».

Aún así, Hermida asumió las consecuencias políticas del incidente. A pesar de estar llamado a relevar a Quinteiro, trasladó que su próximo destino institucional no sería el Parlamento de Galicia y añadió más presión sobre la parlamentaria de Podemos.

El anuncio se produjo horas antes de que ABC publicara las mentiras en el curriculum de Juan Merlo, pero fuentes de En Marea consultadas por este diario daban por hecha ayer la renuncia de Hermida . Solo quedaba formalizarla por escrito ante la Junta Electoral y ceder el paso así a su compañera de papeleta Julia Torregrosa, responsable de educación en Podemos Galicia y considerada muy próxima a la secretaria general, Carmen Santos.

La formación morada está en el centro de todo este escenario. La dimisión de Merlo, mano derecha de Santos, evidencia una contradicción entre su caso y el de Quinteiro, a quien la organización apoya sin fisuras . ¿La causa? Las luchas cainitas de poder en En Marea. Hace meses que Podemos no se siente representado (ni participa) en los órganos de dirección de la confluencia y guarda silencio ante los intentos de descabalgar a Villares del mando de la organización.

A medida que las elecciones municipales del 2019 se aproximan, los socios de la izquierda radical afilan sus mensajes. Podemos exige imponer su marca en las candidaturas locales y las mareas que en 2015 se alzaron con el poder en La Coruña, Santiago o Ferrol vuelan por libre.

Escándalos como el de Merlo, Quinteiro y Hermida son piezas clave en el complejísimo mapa de poder que rodea al populismo en Galicia.

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