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Monbus: las claves del «caso Cóndor»

Regalos, mordidas, cenas, entradas... Todo valía para sacar tajada

El caso más grueso: la boda de la hija de un alto mando del Ejército

El empresario y dueño de Monbús, Raúl López, en una imagen de archivo en los juzgados de Lugo EFE

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

La « operación Cóndor », además de poner al descubierto un supuesto entramado de evasión fiscal y alzamiento de bienes alrededor del dueño de Monbús — Raúl López — y varios de sus socios en empresas de viajes permite escudriñar los manejos detrás de adjudicaciones de contratos públicos y privados , el uso de información privilegiada para ganar concursos o las regalías a aquellos que acababan beneficiando o filtrando confidencias a la compañía de autobuses. A lo largo de los 40 tomos del sumario —algunos todavía bajo secreto sumarial— se describen todo tipo de comportamientos anómalos, cuanto menos. Estas son algunas de las líneas de investigación abiertas por la controvertida juez.

Ejército de Tierra

Mordidas a cambio de trato favorable

Monbús perseguía renovar el contrato de transporte de viajeros del Ejército de Tierra, concretamente de la Brigada Paracaidista. Para ello no dudó en —según Aduanas— buscar tratos de favor e información privilegiada en las personas con acceso a la resolución del concurso público, con un valor estimado de 11,8 millones de euros. El interlocutor era Javier Cuesta , director general de Monbús. Tenía una estrecha relación con el sargento primero Luis Serrano, el coronel Juan Antonio Casado y el teniente coronel Emilio Fabián. Este llegó a filtrar a Cuesta información del pliego de condiciones antes de que se hiciera público, además de formar parte de la mesa técnica que evaluó las distintas propuestas a concurso. Cuesta reconoció a la juez en su declaración que pagó dinero a Serrano en agradecimiento de sus favores a Monbús, lo que el sargento negó y limitó a « invitaciones al baloncesto y a comer ».

La presunta connivencia entre Monbús y la Bripac quedó presuntamente evidenciada cuando una segunda empresa se presenta al concurso. El teniente coronel Fabián llegó a decirle a Cuesta que al otro competidor « hay que mirarle los papeles de arriba a abajo, y así se lo haré saber » a uno de los miembros de la comisión de evaluación. Monbús no paró hasta conocer quiénes eran todos los integrantes de la comisión y se valió de sus contactos para hacerles llegar su interés por ganar el concurso. Raúl López aconseja a Cuesta que «ofrezca entradas» para el Obradoiro a los militares. « Estamos trabajando por ahí detrás », confiesa en una grabación Cuesta, que apunta a una maniobra para rebajar la oferta de la competidora. Una vez fue la adjudicataria, Fabián lo comunicó antes de la resolución oficial.

Monbús agradeció la adjudicación con regalos «al Estado Mayor», obsequiando jamones y botellas de vino en Navidad. En su declaración a De Lara, el sargento Serrano limitó los agasajos a cuestiones de «protocolo» y reconoció que « Monbús se ha portado históricamente muy bien con la Bripac ».

La boda del futbolista

Un autobús con cargo al Ejército

Tras obtener el contrato de la Brigada Paracaidista , el sargento primero Luis Serrano contacta con Monbús para organizar el transporte y un servicio de azafatas para la boda de la hija del jefe del Estado Mayor de la Bripac —el teniente coronel Luis Cortés— con un futbolista del Real Madrid. El enlace de Serrano era Rafael Casqueiro, el yerno de Raúl López. Tras acordar un importe de 7.034€ brutos, los investigadores afirman que Serrano habría abonado 2.500€ en metálico —sin factura— y los 4.500 restantes con cargo al dinero de la Bripac mediante la generación de « servicios ficticios a futuro ». Es decir, el dinero público usado para los fines personales del alto mando. En su declaración ante la juez, Serrano dijo que nadie pagó nada porque Monbús «regaló» el coste del autobús por entender que le beneficiaba la publicidad del evento, aunque no aclaró a dónde fueron los 2.500€ en metálico. « ¿No se quedaría usted con el dinero del teniente coronel, no? », malicia De Lara.

El hijo del funcionario

Un técnico de Fomento, asesor de Monbús

Monbús tenía el ojo echado a diversas líneas de autobús cuya concesión dependía del Ministerio de Fomento . Allí contaba con el asesoramiento directo de un funcionario, Manuel Sánchez , que mantenía informada a la compañía de la evolución de sus distintos expedientes. A cambio, la empresa de transportes colocó a su hijo Alejandro en una sociedad creada a propósito en Alcalá de Henares para la gestión de las líneas en cuestión, pero sin que pudiera ser relacionada con Monbús. Sánchez redactaba supuestamente informes a medida a sus superiores para beneficiar a la empresa gallega, que le pagaba los servicios con un jugoso jamón navideño .

Sinfónica de Galicia

Un pliego «a medida» para ganar

Eran apenas 126.000€ de contrato por tres años, pero a Raúl López le interesó hacerse con esta adjudicación del Consorcio para la Promoción de la Música a finales de 2014. Su intención era concurrir a la vez que el también transportista Alfredo Vázquez, llegando a proponerle que « quien gane que lo reparta », obteniendo así ambos un idéntico trozo del pastel. Vázquez intenta desanimarle haciéndole entender que « prácticamente el pliego de condiciones lo había hecho él a medida » para llevarse el concurso. «Las condiciones de los coches ya las puse yo a propósito para subir el listón, para dejar fuera a los demás, o sea que el pliego está negociado en ese sentido», recoge una grabación telefónica incorporada al sumario. Ambos empresarios pactan presentar ofertas con diferentes rebajas « para que no parezca que estamos compinchados ». Autocares Antonio Vázquez S.A. resultó la adjudicataria del contrato en junio del año pasado.

Mundobasket, a dedo

La Federación benefició a Monbús

Los investigadores sostienen que Raúl López propuso dar 500.000€ a la Federación Española de Baloncesto para quedarse con el servicio de autobuses del Campeonato del Mundo celebrado en España en septiembre de 2014. El presidente de la federación, José Luis Sáez , le habría garantizado a López que serían los adjudicatarios en una cena, recoge el sumario, pero le dieron una apariencia de concurso limpio, al que se presentó otra oferta de Viajes El Corte Inglés, cuyo contenido fue filtrado a Monbús para que mejorara sus condiciones. « Que esto no salga (...) porque es un delito penal, esto es un concurso », advierte preocupado uno de los interlocutores de Monbús, que iba de la mano en este procedimiento junto a Globalia y Alsa , un sumatorio de majors que podría levantar suspicacias en Competencia.

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