Lugo se resiente tras un mes con los tractores cercando la Muralla

Los ganaderos de Lugo, integrados en el colectivo Agromuralla, no están dispuestos a dar su brazo a torcer . No se plantean ni por un instante atender a la llamada realizada por comerciantes y vecinos, que piden el cese «inmediato» de una protesta que «se alarga ya excesivamente en el tiempo» y que tiene a los negocios entre sus damnificados. Y no será por falta de advertencias. La Plataforma en Defensa del Sector Lácteo ya avisó que las protestas debían enfocarse hacia la distribución y la industria evitando los efectos colaterales sobre el resto de sectores y la ciudadanía. Precisamente cuando los tractores están a punto de cumplir un mes estacionados en la vía perimetral que rodea la Muralla Romana es el comercio local el que alza la voz y hace responsable a los ganaderos de la caída de sus ventas durante la Navidad.

En un escenario complicado en el que no falta empatía hacia un sector que desde el pasado abril, coincidiendo con el final de las cuotas lácteas que regulaban la producción, ha visto cómo se agrava la crisis que arrastra desde hace años , reprochan a los ganaderos que no hayan sabido conciliar los intereses de unos y otros. Pese al esfuerzo al que se ha comprometido la industria y la distribución, los promotores de la protesta advierten que no cederán hasta que las subidas prometidas, entre 1,5 y 2 céntimos por litro, tengan reflejo en las facturas.

Ante el ultimátum lanzado desde la Federación de Comercio de Lugo, que ha dado a los tractores 48 horas para despejar la zona antes de recurrir a la Subdelegación del Gobierno para que interceda con todos los medios a su alcance, los ganaderos replican que «los comerciantes tienen que darse cuenta de que tener ahí los tractores no son el problema, porque el problema real es que el rural está sin dinero», tal y como señalaba este martes uno de los portavoces de Agromuralla a Efe. Odón Castro , quien aseguró que por el momento no tienen previsto disolverse, achacó la caída de las ventas del comercio a que «no hay dinero en el campo». «Lugo es una gran ciudad, pero no debe olvidar que vive en gran medida del campo» , indicó el sindicalista.

« Las pequeñas villas están hoy en la misma situación . Pequeños comerciantes se pusieron en contacto con nosotros para decirnos que tampoco tienen ventas, y no hay tractores ni en Sarria ni en Monforte ni en Vilalba», comentó Castro acerca de las quejas sobre la presencia de los tractores en la Ronda da Muralla.

No piensan igual desde la Federación de Asociaciones de Vecinos, la Federación Gallega del Comercio y la patronal provincial, que insisten en que los ganaderos deben «reorientar sus protestas» . Todos ellos asumen las demandas del sector por los bajos precios, pero lamentan haberse convertido en un «daño colateral». «Les preguntamos qué reivindican en estos momentos, porque están parados y, aunque les apoyamos, están perjudicando al comercio», apuntó José María Seijas , presidente de la Federación de Comercio de Lugo. En la misma línea, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos en la ciudad, Jesús Vázquez , reivindicó que «no puede ser que estemos sometidos permanentemente a una situación que genera molestias y problemas».

Mientras, la alcaldesa de Lugo recordó que si el sector ganadero es «importantísimo», no lo son menos el comercio y el sector servicios . «Tenemos que convivir», señaló, al tiempo que pidió a los ganaderos que «empaticen con el problema que están generando».