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Feijóo defiende el «gran mérito» de la Xunta en la fusión de las cajas: «Volvería a hacer lo mismo»

El presidente responde a los ataques de En Marea y BNG y señala la existencia de dos auditorías y varios informes que avalaban la operación

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el Parlamento ARCHIVO/MUÑIZ
Mario Nespereira

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Ocho años después de que Caixanova y Caixa Galicia se fusionaran en una sola entidad, los ecos de aquel proceso han regresado al epicentro del debate político. Alberto Núñez Feijóo ha defendido este miércoles el «gran mérito» de su gobierno en un momento crítico para el sistema financiero de Galicia , culminado finalmente con la bancarización de la caja y su compra —traducida en la actual Abanca— por parte de la venezolana Banesco.

«No tenga dudas, nunca le mentí a mi país, nunca tergiversé ningún informe. Si volviéramos a empezar, haría exactamente lo mismo» , ha proclamado el presidente de la Xunta, después de que tanto En Marea como el BNG intentaran atacar al presidente por el flanco abierto por KPMG, una de las auditoras involucradas en la operación. «Las dos cajas no podían existir, eso lo sabemos todos, salvo aquellos quieren falsear el relato».

Concretamente, ambos grupos se sirvieron de las palabras vertidas por uno de sus consultores de la multinacional, Francisco Gibert, quien durante una comparecencia en el Congreso negó haber elaborado una auditoría como tal y haber emitido «una recomendación» sobre la agregación de las dos entidades.

Pese a ello, y en respuesta a las acusaciones de opacidad por parte de la oposición, Feijóo ha señalado la existencia no de una, sino de dos auditorías (una due dilligence de KPMG y otra de Boston Consulting) que ofrecían perspectivas favorables de viabilidad. «La respuesta fue sí, sin paliativos», ha recordado . Junto con ellas, el presidente enumeró dos planes de negocio elaborados por Deloitte y PWC, un test de estrés de la UE e informes del Ministerio de Economía, la Comisión Europea, la Comisión de Mercados y Competencia; y también una carta del Banco de España dando vía libre para la fusión.

Documentos, todos ellos, que Feijóo ha situado dentro de los 300.000 folios que el Parlamento guarda como parte de la comisión de investigación sobre la fusión y que, a juicio del titular de la Xunta, desactivan las cargas de profundidad lanzadas desde la izquierda. «Miente de forma absolutamente tendenciosa», le ha espetado a la líder del Bloque, Ana Pontón, a quien ha acusado de buscar un «resquicio» para «quitar el gran mérito» de la Xunta y el Parlamento en el proceso. «Coincide usted con algún exdirectivo de las cajas, nunca el BNG cayó tan bajo» .

Fue Pontón quien abrió la sesión de control en O Hórreo exigiendo la dimisión del popular y denunciando las sombras de una auditoría por la que la Xunta, dijo, abonó a KPMG un millón de euros: «Después de que Cifuentes tuviera que dimitir por falsificar un master, y usted viene aquí a convencernos de que falsificar una auditoría no tiene ningún problema», ha afirmado. «Si tuviera un poco de pudor, dimitiría. Los gallegos no se merecen un presidente que les mienta» , ha agregado después, parafraseando aquella histórica frase de Rubalcaba contra Aznar y su gestión tras los atentados del 11-M.

Mentiras y cadenas

Desde En Marea, Luís Villares le ha exigido al jefe del Gobierno gallego tanto la carta de encargo de una auditoría a KPMG como los informes elaborados entonces por los técnicos de la Consellería de Facenda. «¿Es tan grave lo que quiere ocultar que tiene que negar sistemáticamente los documentos a esta Cámara?» , ha cuestionado el portavoz rupturista, igual que Pontón, volcado en evidenciar la dejación de funciones y la «incompetencia» de Feijóo en la integración.

« Las mentiras suponen el ocaso de los gobernantes, igual que Zaplana, Rayo y Conde Roa . Normalmente detrás de una mentira hay algo que ocultar. Son cadenas difíciles de arrastrar que a veces acaban en la cárcel», ha sentenciado.

Feijóo, en la réplica, ha recordado las ausencias de Xosé Manuel Beiras en la pasada comisión de las cajas como prueba de su complicidad con los directivos, y pasó enseguida a profundizar en los problems internos del rupturismo, empezando por el caso de la diputada Paula Quinteiro, que ve a Villares como una persona «tendenciosa», y los escarceos de algunos miembros de En Marea con el régimen de Venezuela, dictadura que mantiene en la cárcel a una decena de directivos de Banesco. « ¿La parece ético su modelo bancario?, ¿cómo se puede pedir información veraz y simultáneamente el voto para el señor Maduro? ».

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